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Ricardo Bofill Pagés

En 1966, el profesor Ricardo Bofill Pagés fue expulsado de la Universidad de La Habana (UH), donde impartía la asignatura de Historia de la Filosofía y fungía como asesor del decano, ocupando el cargo de Jefe de Departamento. El motivo que manifestó la dirección de la UH, a cargo del Dr. José Millar Barruecos, tenía que ver con sus desviaciones de los postulados ideológicos por los que se regía el país. Bofill llevaba meses reuniéndose con otros intelectuales marxistas para analizar y evaluar las circunstancias socio-económicas negativas que prevalecían en Cuba, derivadas de la aplicación del modelo socialista, según lo entendía Fidel Castro.

 

Con anterioridad, había estado como profesor invitado en la Universidad Lomonosov, de la extinta Unión Soviética. Durante sus dos viajes a Moscú, se relacionó con intelectuales de la talla de Alexandr Solzhenitsyn y algunos amigos disidentes; estos lo ilustraron acerca del talante censor del modelo social que se estaba instaurando en Cuba. A través de ellos, supo de las cárceles de Siberia y sus gulags, verdaderos campos de concentración donde morían, a causa del frío y el hambre, millares de condenados.

 

El grupo de militantes de izquierda que se reunía en Cuba desde finales de 1965 y del que Bofill era parte, incluía a comunistas y socialistas del período pre-revolucionario que estaban activos, así como también integrantes del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC). Por esto último, Fidel Castro los descalificó públicamente denominándolos “micro-fracción”.

 

Este círculo de diálogo enfocado en las circunstancias cubanas de entonces, fue espiado por el Departamento de Seguridad del Estado (DSE) hasta reunir “evidencia” que justificara la represión. El castigo inició con acoso laboral causando despidos de todos los implicados en este núcleo teórico que confrontaba, desde la práctica del culto a la personalidad, hasta los lineamientos económicos que auguraban la intervención de pequeños y medianos negocios, entre otros descalabros que, desde entonces, daban al traste con la prosperidad de la mayoría de la población.

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