Fecha de lanzamiento: 23 de abril de 2023

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Dos jóvenes al servicio de la Seguridad del Estado asaltaron en la madrugada de ayer al adolescente Reniel Rodríguez, conocido en redes sociales como Lunático Debates. Cerca de las dos de la mañana del 22 de abril, cuando volvía con un amigo del parque de Cárdenas, el joven fue increpado por dos individuos que, luego de agredirlo, lograron llevarse su teléfono celular y el de su acompañante.

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Rodniel Rodríguez, el hermano de la víctima, declaró en exclusiva al Observatorio de Libertad Académica (OLA) que el joven caminaba por la calzada de la ciudad, una zona segura y transitada. En un punto del camino, dos individuos, que describió entre los 15 y 20 años, se les acercaron.

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“Todo fue rápido, ellos no sospecharon porque dicen que eran niños igual que ellos, pero cruzaron la calle y se les pararon delante. Ellos pensaban que era para pedirles fosforera o algo”, explicó. Acto seguido, Reniel Rodríguez fue golpeado en el rostro y cayó al suelo. En esa posición, uno de los agresores lo amenazó con un arma blanca, tras lo que su amigo decidió entregar ambos celulares. Luego, los asaltantes huyeron.

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Sin embargo, algo que llamó la atención de las víctimas fue el diálogo que los supuestos delincuentes tuvieron justo antes de atacarlos, y que ha encendido las alarmas de toda la familia. Uno le dijo al compañero: “¿Se lo dices tú o se lo digo yo?”.

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Esta frase da cuenta de la inexperiencia de los delincuentes. “Alguien que se dedique a eso nunca diría algo así”, sostuvo Rodniel, quien asegura que este episodio es una represalia del régimen contra su hermano.

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Recientemente, el equipo de OLA denunció el acoso escolar sostenido por parte de algunos profesores del Instituto Preuniversitario Vocacional de Ciencias Exactas (IPVCE) Carlos Marx de Matanzas. Por espacio de un año y medio, varios docentes de la institución conspiraron para expulsar a Reniel por considerarlo “una mancha” para la escuela. En marzo pasado, sobredimensionaron un altercado provocado por el polémico profesor de Química Luis Ángel Santana Pereira, para expulsarlo de manera definitiva.

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Numerosos medios independientes se hicieron eco de la noticia, motivo por el cual Rodniel considera que la dictadura se ha ensañado con el adolescente. “La primera vez que se hizo viral, no pasó un mes y le robaron el teléfono. Ahora que vuelve a ser noticia, no pasa mucho y lo asaltan. Lo curioso es que siempre es el teléfono, esta vez no le pidieron nada más, solo eso”, amplió.

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Reniel y su madre pasaron toda la madrugada en la estación de policía de la ciudad de Cárdenas haciendo la denuncia. Como era de esperar, no hay progresos en el caso. “En ese lugar hay tres cámaras de seguridad y fueron a ver si se podían obtener los videos. Resulta que una de ellas no servía, otra no graba de noche y las personas que tienen acceso a la tercera no responden. No hay avances ni los habrá”, concluyó Rodríguez.

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Pese a un cambio radical en sus contenidos para redes sociales y el haber mantenido un perfil bajo por la presión familiar, el hostigamiento contra Reniel Rodríguez no ha cesado. No obstante, la dictadura fue demasiado lejos esta vez, propiciando la agresión física al joven.

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En esta ocasión, el régimen se esconde detrás de la ola de delincuencia e inseguridad que azota la Isla, para lograr sus objetivos contra las personas que disienten. Es obvio que su estrategia se centra en incomunicar a Rodríguez, motivo por el cual los ataques se centren específicamente en su celular.

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El Observatorio de Libertad Académica denuncia el cobarde ataque, cometido por orden de la Seguridad del Estado en contra de un menor de edad. Asimismo, aclaramos que el trabajo publicado OLA sobre el acoso educacional a Reniel Rodríguez, es el fruto de la labor periodística de nuestro equipo y fue publicado de manera independiente. No se contó con el testimonio del adolescente para su conformación.

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Por tal motivo, condenamos la hostilidad gratuita de las fuerzas represivas de la dictadura en su contra, a la vez que manifestamos nuestra solidaridad con su caso y la voluntad de continuar denunciando cualquier acción del régimen que represente una amenaza para su integridad física o psicológica.

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