
FLACSO y Cuba, alianza al margen de la libertad académica
Fecha de lanzamiento: 4 de febrero de 2025
Entre el 28 y el 31 de enero, sesionó en La Habana la VI Conferencia por el Equilibrio del Mundo, bajo el slogan martiano "Con todos y para el bien de todos". De acuerdo con la página web Por el Equilibrio del Mundo Cuba, la convocatoria de participación invitaba "a todas las personas de buena voluntad movidas por la defensa de la justicia social, del desarrollo con equidad, del diálogo, de la paz, de los hermosos sentimientos de solidaridad y por el deseo de edificar un mundo mejor".
El foro internacional contó con el coauspicio de importantes instituciones mundiales como la UNESCO, la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura, la Fundación Cultura de Paz, la Soka Gakkai Internacional y el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO). Esta última, con fuertes y controvertidos nexos con el Gobierno cubano.
Sin embargo, llamó la atención la presencia de Rebecca Forattini Lemos Igreja, secretaria general de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) desde julio de 2024. Se trata de una notable académica brasileña especializada en estudios de antropología jurídica y luchadora por los derechos de los afrodescendientes en América Latina.
"La Dra. Lemos Igreja ha logrado una significativa producción científica que incluye 29 artículos en revistas de alto impacto, la autoría de 11 libros y colaboraciones en 23 capítulos de libros, y se desempeña como como editora en jefe de la serie América Latina en Perspectiva: Sociedad, Cultura y Política de la editorial De Gruyter en Alemania y de la revista ABYA-YALA, ambas plataformas centradas en temáticas de acceso a la justicia y los derechos en las Américas", especifica la página web de FLACSO.
En tan impresionante hoja de servicios vale acotar que la cientista social ha tenido como principales campos de acción la radicalización política, los derechos colectivos, el derecho a la justicia y la sostenibilidad social. No obstante, posó sonriente junto a Abel Prieto Jiménez, destacado vocero de la nomenclatura cubana que, sistemáticamente, encabeza las cruzadas de blanqueamiento académico del autoritarismo en la Isla.
"Con Rebecca Forattini, secretaria general de FLACSO, en la VI Conferencia Internacional Por el Equilibrio del Mundo. Hablamos de la necesidad de promover las ciencias sociales en medio de la crisis ética y cultural que sufre la humanidad. #NuestraAmérica", escribió Prieto en su cuenta en la red social X.

Rebecca Forattini posa alegre junto a Abel Prieto, Presidente de Casa de Las Américas y uno de los principales voceros del autoritarismo en Cuba. (Foto tomada del perfil de X de Abel Prieto)
La imagen de acompañamiento constituye una muestra más del escaso compromiso con la libertad académica en Cuba de las organizaciones que nuclean a los estudiosos de las humanidades de la región.
El acercamiento entre ambas personalidades se dio como parte de la visita oficial de la jurista brasilera a Cuba. Según su agenda en el país, “la Dra. Igreja sostuvo encuentros con el Dr. Reynaldo Velázquez Zaldivar Viceministro de Educación Superior (MES), la Sra. Josefina Vidal Viceministra de Relaciones Exteriores y Dra. Miriam Nicado García Rectora de la Universidad de La Habana – UH”, reseñó la página web del organismo internacional.


Además, la Secretaria General de FLACSO se reunió con investigadores del Instituto Cubano de Investigación Cultural Juan Marinello, así como con controvertidas figuras de la academia oficialista en Cuba. (Fotos tomadas de la página web de FLACSO)
Debemos recordar que la Dra. Nicado García es un adalid en la persecución del pensamiento crítico en la Isla. Su condición de rectora de la Universidad de La Habana fue obtenida y se sostiene mediante la vejación y hostigamiento sistemáticos a estudiantes e intelectuales desafectos al Gobierno cubano.
La Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales se erige en bastión de la libertad académica, promoviendo un entorno donde la investigación, el pensamiento crítico y la expresión libre son pilares fundamentales. Este encargo se manifiesta en su misión de fomentar el conocimiento y la reflexión sobre las realidades sociales, políticas y económicas de América Latina.
En su página web, la institución asume un "enfoque metodológico pluralista e innovador, multidisciplinario, resultado de la colaboración entre entidades académicas, el sector público y privado, y la sociedad civil. Además, FLACSO participa activamente en el debate sociopolítico, cultural y económico de la región, analizando las complejas problemáticas que enfrenta".
En este sentido, se alinea con los principios establecidos por organismos internacionales como la UNESCO, que aboga por la libertad académica como un derecho humano fundamental. La institución se compromete a defender este derecho en todas sus dimensiones, asegurando que la investigación y la enseñanza se realicen en un marco de respeto y responsabilidad. Paradójicamente, esta entidad latinoamericana de ciencias sociales mantenido una relación compleja y multifacética con el régimen autoritario cubano desde mediados de los 60.
Como institución académica dedicada a la investigación y la enseñanza de las ciencias sociales, FLACSO ha buscado promover el pensamiento crítico y el análisis riguroso en la región. Sin embargo, su presencia en Cuba ha estado marcada por las particularidades del contexto político y social del país.
A inicios de la década de los 70, Cuba atravesó una fase compleja del permanente divorcio entre la intelectualidad y los intereses del Estado, la cual desembocó en la persecución del pensamiento crítico y sus protagonistas. Como ejemplos de esta política podemos citar el encarcelamiento y confesión pública forzada del poeta Heberto Padilla en 1971; el Congreso Nacional de Educación y Cultura también en ese año; la eliminación de las revistas El Caimán Barbudo - que volvería posteriormente para alabar las decisiones gubernamentales como hasta la fecha- y Pensamiento Crítico (1971), así como el cierre del Departamento de Filosofía, en la Universidad de La Habana (1971).
El país debió lidiar con el exilio de importantes académicos cubanos, quienes marcharon dada la "cacería de brujas" instaurada por el gobierno revolucionario. Mientras estos eventos se sucedían, FLACSO ya tenía sus oficinas en la Isla y hacía de la vista gorda ante los atropellos.
Tal vez, la organización de cientistas sociales se ha visto reflejada en las experiencias de instituciones cubanas con corte similar. En 1977 se creó el Centro de Estudios de América (CEA). Mediante este, el Gobierno cubano pretendió darle un empuje a la academia, garantizando siempre su supremacía en el grupo, acaparando el control absoluto sobre el conocimiento producido.
Si bien los primeros años del centro no fueron especialmente prolíficos, la década de los 90 vino acompañada del auge de la intelectualidad, que consolidó al CEA como principal productor de conocimiento social. De a poco, el pensamiento crítico escapó al control estatal, lo que hizo que sus propios artífices buscaran defenestrar la organización.
En el V Pleno del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (1996), se determinó que el CEA ya había cumplido su función como espacio de "pensamiento libre" y, por ende, debía desaparecer. En el artículo Cuba: el estado autoritario como obstáculo al desarrollo de las ciencias sociales. Las lecciones del caso CEA, se analizan las bases de la política estatal para con la organización.
"La dirección del PCC lo seleccionó como un punto fundamental de su proceso de contrarreforma. Se abría otro periodo oscuro para la intelectualidad y la sociedad cubana, de cierre, por parte del sector de línea dura de la burocracia, opuesto tradicionalmente a las reformas y a la democratización", señala.
En este orden, el propio Raúl Castro comparó el CEA con la Revista Pensamiento Crítico, desaparecida en 1971. Este constituyó el puntillazo final a otro mecanismo creado por la cúpula gobernante cubana para el control de las ciencias sociales en la isla.
En primer lugar, es importante destacar que FLACSO Cuba ha sido un espacio donde se han desarrollado investigaciones sobre temas relevantes para la sociedad cubana, como la educación, la salud y el desarrollo social. A través de sus programas académicos, la institución ha contribuido a la formación de profesionales en ciencias sociales que pueden abordar los desafíos del país. Sin embargo, esta labor se ha realizado en un entorno donde la libertad de expresión y la crítica al gobierno son limitadas.
Esta compleja relación también puede entenderse a través de la colaboración en proyectos de investigación y formación. A menudo, estas iniciativas constituyen una mera forma de legitimación del gobierno, dado que el campo de acción de la institución generalmente se circunscribe a áreas de interés para el Estado, evitando cuestionar abiertamente las estructuras de poder existentes.
De esta manera, no puede ni de lejos considerarse que la producción de conocimiento de FLACSO en Cuba es fiable o de calidad, dado el sesgo y el control impuesto a las investigaciones. Aun así, este no es un particular que parezca interesarle mucho a la directiva de la organización regional, en tanto sus representantes suelen confraternizar con los verdugos de la libertad académica en la Isla; mostrando así que las constantes tensiones entre la libertad académica y el poder político en la región quedan en un segundo plano de su agenda.
A raíz de lo descrito, el Observatorio de Libertad Académica denuncia la participación de Rebecca Forattini Lemos Igreja, secretaria general de FLACSO y concurrente oficial a la VI Conferencia por el Equilibrio del Mundo. Este foro fungió como marco para la legitimación académica del autoritarismo cubano, lejos de mostrar aportes reales en materia de equidad o derechos humanos.
Desoyendo su misión, la directiva de la organización de cientistas sociales latinoamericanos continúa poniendo en entredicho su propia autonomía, además de ostentar sus pactos con el poder en detrimento del pensamiento crítico.