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Los hermanos Perdomo, pagar con salud

Fecha de lanzamiento: 20 de septiembre de 2024

Hace apenas cuatro días, Jorge y Nadir Martín Perdomo accedieron a su última visita familiar. El primero, permanece en el campamento Ho Chi Minh, de Bainoa, en Jaruco, donde expira una condena de ocho años por su participación en las históricas protestas del 11 de julio de 2021.

Su hermano paga un total de seis años en un campamento de trabajo forzado en Quivicán, Mayabeque. Ambos ejercieron como maestros hasta que la precariedad económica los sacó de la docencia e intentaron solventarla con un pequeño emprendimiento, luego vino la cárcel.

Los hermanos Perdomo fueron enviados a centros penitenciarios diferentes, distantes, lo que dificulta que su madre pueda verlos ya que, además, la Seguridad del Estado hace que las visitas coincidan. Son inagotables los artilugios para hostigar a una familia que ha devenido en referente de integridad y valores éticos.

Los hermanos Jorge y Nadir Martín Perdomo cumplen condenas de ocho y seis años respectivamente. Ambos permaneces recluidos en centros penitenciarios distantes, dificultando así el acceso de sus familiares. (Foto de la campaña #MaestrosPresos, impulsada por el Observatorio de Libertad Académica)

El miércoles de la semana pasada, Marta Perdomo, madre de ambos jóvenes, recibió una llamada del centro penitenciario de Baiona para notificarle que Jorge estaba presentando un cuadro febril. Sin embargo, nada pudo prepararla para el deterioro que la impactó el sábado, en la visita reglamentaria.

En exclusiva para este Observatorio, Marta mostró su preocupación por la salud de sus dos hijos, aunque reconoce que el estado actual de Jorge le resulta muy alarmante. "Jorgito nunca se había enfermado, era un roble. La pérdida de peso que más me asustó fue la de él, que perdió 10 lbs de peso por lo menos", declaró.

El campamento donde está recluido Jorge Martín Perdomo es una de las antiguas escuelas al campo en la zona de Bainoa. Como el joven se niega a trabajar en protesta por su condición de preso político, permanece todo el día encerrado en el antiguo anfiteatro del centro. Según describe su madre, el lugar no cuenta con condiciones higiénicas, lo que ha logrado mellar la salud del exprofesor de Computación.

"Lo principal es el encierro, que es en el anfiteatro, con las aguas albañales cayéndoles, el piso está mojado, se tienen que mantener de pie y huyéndole a las goteras de las filtraciones del baño. Dicho por el jefe de prisión, eso es un ejercicio que hacen ellos al no trabajar, estar de pie y tener movilidad según la gotera caiga. Allí hay un baño, horriblemente asqueroso y cochino, que no lo descargan nunca y que no tiene ni siquiera puerta, que al estar tantas horas ahí ellos tienen que ir a ese baño, y eso es incómodo para los casi cien reos que hay en el lugar".

A esto debe agregarse la pésima alimentación que tienen los reclusos, así como las constantes variaciones de temperatura que se producen en la zona, un sitio geográfico distinguido por récord de bajas temperaturas en todo el territorio nacional. Estás circunstancias provocaron en Jorge una bronquitis aguda, con la que lidió durante semanas sin atención médica adecuada.

"Cuando se tiene la bronquitis, casi seguro viene la neumonía detrás. Este problema va a seguir, porque lo van a separar esta semana, pero cuando termine el ciclo de antibióticos y mejore, vuelve para ahí", explicó Perdomo.

Las imágenes dan cuenta de la pérdida de peso de ambos ex profesores. Marta Perdomo asegura que esta situación continúa agravándose. (Foto tomada del perfil de Facebook de Greisy Oliva, esposa de Nadir Perdomo, 15 de septiembre pasado)

El Observatorio de Libertad Académica consultó a un médico[1] sobre la salud de Jorge, y el profesional insistió en que este permanece en condiciones infrahumanas que agravan el cuadro clínico que está presentando.

Adicionalmente, el facultativo comentó que la permanencia en un lugar hermético suele ser nociva para el paciente, pues la escasez de oxígeno tiende a exacerbar el cuadro. Asimismo, los olores fuertes y el polvo causan irritación de los bronquios.

"Sobre todo, deben evitar entornos húmedos ya que allí se alojan muchos gérmenes oportunistas como por ejemplo la Mycobacterium tuberculosis, agente causante de la tuberculosis. Esta puede sobrevivir durante bastante tiempo en ambientes con escasa ventilación y poca luz solar", abundó.

Cuba es uno de los países que suscriben las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de los Reclusos, también conocidas como Reglas Mandela. En 2015, cuando se realizó la revisión de estas por la Organización de Naciones Unidas, el gobierno de la Isla aportó un "informe detallado" al organismo internacional sobre el trato a los prisioneros en el país.

En el año 2020, Cuba presentó su último informe a través de un encuentro virtual del Grupo de los Amigos de las Reglas de Mandela, organizado de conjunto con la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito.

Por entonces, la Representante Permanente de Cuba ante la Oficina de las Naciones Unidas y Organismos Internacionales con sede en Viena, Embajadora Loipa Sánchez Lorenzo, aseguró que el Estado cubano velaba estrictamente por el cumplimiento de la normativa internacional y, a través de ella, por los derechos humanos de los reclusos.

"En el tratamiento a las personas privadas de libertad en la Isla, se siguen determinados principios en cumplimiento estricto de la legalidad. En este sentido, destacó la enseñanza de valores a través de programas y actividades educativas, deportivas, culturales, para facilitar la reinserción de los reclusos en la vida social"; reseñó el Ministerio de Relaciones Exteriores cubano.

Como en cualquier otro asunto referente a los derechos humanos, la parte cubana faltó a la verdad. De acuerdo con la disposición número 13 de la legislación internacional, "Los locales de alojamiento de los reclusos, y especialmente los dormitorios, deberán cumplir todas las normas de higiene, particularmente en lo que respecta a las condiciones climáticas y, en concreto, al volumen de aire, la superficie mínima, la iluminación, la calefacción y la ventilación".

Tratándose de Jorge Martín Perdomo, es evidente que esta regla no se cumple. Tampoco la número 23, la cual establece que, mientras las condiciones climáticas sean favorables, los reclusos tendrán el derecho de permanecer al menos una hora al aire libre para la realización de ejercicios físicos. Al respecto, Marta ha denunciado que su hijo tiene negado el acceso al sol, su único entrenamiento consiste en "esquivar goteras".

El caso de Nadir es menos alarmante. También el pasado sábado, su esposa Greisy Oliva acudió al campamento penitenciario de Quivicán donde este padre de familia permanece. El escenario es preocupante.

Dadas las dolencias precedentes de Nadir, la familia ha solicitado en varias ocasiones se le conceda una Licencia Extrapenal, pero: “La primera -licencia- fue denegada sin hacerle ningún estudio médico para confirmar su historia clínica presentada. Solo pusieron que era un muchacho enfermo pero apto para el régimen", escribió Greisy en redes sociales, apenas unas horas después de la visita. Su post estuvo acompañado de imágenes familiares y actuales de Nadir, en las que se advierte el deterioro físico del joven.

Las autoridades penales sostienen que, a pesar de su historial clínico, Nadir es apto para permanecer a la población penal. Su alarmante deterioro físico da cuenta de lo contrario. (Foto tomada del perfil de Facebook de Greisy Oliva)

Vale resaltar que Nadir padece del síndrome de mala absorción de los alimentos, caracterizado por la incapacidad completa o parcial del organismo para incorporar los nutrientes que se ingieren.

Según el especialista consultado por OLA, "un paciente con síndrome de mala absorción intestinal debe seguir una dieta que debe ser, sobre todo, fácil de digerir, porque mientras más fácil sea la digestión de los alimentos, más provechoso nivel de absorción. Debería tomar también suplementos alimenticios que ayuden a mejorar la patología".

Por demás, insistió en la necesidad de establecer horarios de comida, que deben ser estrictamente respetados para evitar trastornos digestivos. Esto es consistente con las declaraciones de su esposa, quien asegura que en casa tenía un régimen de seis comidas diarias, así como agua debidamente tratada para su ingesta e higiene bucal.

Nadir está recluido en una de las antiguas cochiqueras del centro. De acuerdo con el testimonio de su madre, es un espacio con un piso mayormente de tierra y de techo muy bajo, tanto que, al ponerse de pie, Martín Perdomo puede tocar el techo con la cabeza.

"El calor es horrible, se tienen que bañar antes de acostarse y echarse un poco de agua y ahí es toda la noche porque no pueden del calor tan grande, y al ser él tan delgadito baja más de peso". Las altas temperaturas hacen que el joven beba grandes volúmenes de agua no tratada, lo que, en su situación, le provoca trastornos digestivos de manera frecuente.

Nadir convive con la bacteria Helicobacter Pyroli, para la cual ha tomado un total de cinco tratamientos antibióticos en prisión. Todos ellos han corrido a cargo de la familia, pero, dado el contexto de insalubridad, han sido infructuosos.

En sus comunicaciones, el exprofesor de idiomas refiere padecer algunos de los síntomas relativos a la bacteria. "Él me explicó: -Mamá, yo almuerzo, pero no como-"; declara Marta. Las mínimas cantidades de alimentos que se distribuyen en los penales, de calidad cuestionable, son incompatibles con las necesidades alimenticias de una persona sana, por lo que la inapetencia de Nadir provocó la alarma familiar.

El Estado cubano, único responsable de proveer las prisiones, tiene la obligación de otorgar a Nadir un trato acorde a sus padecimientos, así como debe prestar a los reclusos alimentos en buen estado y en cantidades suficientes como para mantener índices básicos de salud. Ambos aspectos están regulados como parte de las Reglas Mandela, en sus artículos 2 y 22 respectivamente.

La violación de estas disposiciones ha redundado en el deterioro de la salud de Nadir, cuyas enfermedades crónicas, lo hacen incompatible con el régimen carcelario de Cuba, máxime al tratarse de un recluso sobre el que el aparato de Inteligencia descarga grandes dosis de odio político.

La Fiscalía Provincial debió tomar en cuenta el historial médico del joven y aplicarle una medida accesoria en régimen de libertad. Y es que, entre las recomendaciones de las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de los Reclusos, el organismo internacional aconseja "a los Estados Miembros que continúen procurando limitar el hacinamiento en las cárceles y, cuando proceda, recurran a medidas no privativas de libertad como alternativa a la prisión preventiva, promoviendo un mayor acceso a mecanismos de administración de justicia y de asistencia letrada, reforzando las medidas sustitutivas del encarcelamiento y apoyando los programas de rehabilitación y reinserción social, de conformidad con lo dispuesto en las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas sobre las Medidas No Privativas de la Libertad".

Con el propósito de usar a los hermanos Perdomo como escarmiento, las autoridades aseguraron a los familiares que la salud del joven no correría peligro estando interno. Sin embargo, a tres años de condena, su caso solo empeora.

"No tiene condiciones físicas para permanecer en régimen penitenciario. Ahora, le pusimos una extrapenal y le están haciendo todos los exámenes resueltos por nosotros. Las pruebas arrojaron que tiene una hernia hiatal, reflujo biliar, gastritis moderada, pero la parte más grave fue la hinchazón del hígado", asegura Marta.

Lamentablemente, hace algunos meses Nadir se contagió con el Oropouche. Su debilitado organismo tuvo dificultades para rebasar el virus, por lo cual sufrió recaídas y no puede afirmarse que tuvo una recuperación completa. Actualmente, sufre de náuseas durante todo el día y su pérdida de peso no se detiene.

Dado el cuadro clínico, se dictaminó que Nadir compareciera ante una comisión médica para evaluar la concesión de una medida extrapenal por problemas de salud. La familia ha debido asumir los trámites para realizarle los estudios necesarios, pues en la prisión no existen los insumos para efectuarlos.

"Hay que hacerle una prueba de tránsito intestinal, no sé si se la estarán haciendo. La comisión todavía no ha dictado un resultado, hasta el día 30 de este mes. No sé si mandarán hacer otros análisis", sostuvo Marta.

En el aspecto familiar, la reclusión de Nadir y sus constantes problemas de salud han deteriorado la estabilidad emocional de su esposa y sus hijos: una adolescente próxima a cumplir 15 años y un varón con un problema auditivo.

La familia de Nadir Martín Perdomo está afrontando el sufrimiento extremo por la falta del padre. Ni siquiera la condición de salud de sus familiares ha servido como atenuentes ante las autoridades cubanas para lograr la excarcelación del joven. (Foto tomada del perfil de Greisy Oliva)

Desde su detención, el joven no ha podido ser un apoyo económico y emocional para su familia, cosa que también condiciona su estado de ánimo. "Su esposa y nosotros los familiares nos es difícil aguantar la carga de Nadir en prisión y todas las cosas que hay que llevarle para que se pueda sostener, pero ya, aunque le llevemos las mejores cosas, él no responde. Así que creo que las condiciones hacen necesario que le otorguen un extrapenal", asegura su madre.

El Observatorio de Libertad Académica exige la inmediata liberación de los maestros Jorge y Nadir Martín Perdomo, a quienes se ha violado el derecho a la libertad de expresión y pensamiento. Señalamos que ambos tienen hojas laborales intachables y no han infringido la ley cubana de manera alguna, lo que evidencia la naturaleza injusta de sus condenas.

Recordamos que, según las Reglas Mandela, "los objetivos de las penas y medidas privativas de libertad son principalmente proteger a la sociedad contra el delito y reducir la reincidencia". En el caso de los hermanos Perdomo, es evidente que, más que perjudiciales, ambos serían de gran beneficio para su comunidad, máxime con el déficit de personal docente en el país y por ser especialistas en disciplinas priorizadas para el desarrollo humano de cualquier país.

Asimismo, OLA denuncia las condiciones penitenciarias infrahumanas a las que están siendo sometidos, a la par que manifiesta su preocupación por el agravamiento de las patologías que padecen y, sobre todo, por la falta de atención médica. Convocamos a la solidaridad de la comunidad académica, dentro y fuera de la Isla, para visibilizar la vulneración permanente de derechos humanos de estos jóvenes. Hacemos responsable al Estado cubano del riesgo para la vida que impone a los hermanos Perdomo.

[1] Identidad protegida.

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