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Estudiantes mexicanos de la BUAP  aprenderán economía en la Universidad de Camagüey.

Fecha de lanzamiento: 10 de septiembre de 2024

La universidad de Camagüey "Ignacio Agramonte y Loynaz", firmó un nuevo acuerdo de colaboración con la Facultad de Contaduría de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP). Para ello, el pasado 2 de septiembre arribó a Cuba una delegación académica del centro mexicano.

La Universidad de Camagüey y la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) tienen un historial de 32 años de cooperación. (Foto tomada del perfil de Facebook de la Universidad de Camagüey)

"El programa acoge, entre otras actividades, el Intercambio con la directora de Relaciones Internacionales de la Universidad de Camagüey, la firma del convenio específico con la Facultad de Ciencias Económicas, la revisión de programas académicos, reunión de coordinación para movilidad estudiantil y docente y el intercambio con los jefes de programas académicos.", reseñó la televisión camagüeyana.

Durante los dos días siguientes, la Doctora María Antonieta Moserrat Vera Muñoz, directora de la Facultad de Contaduría y su comitiva, integrada por la Dra. Adriana del Villar Ayala, Secretaria Académica; el Maestro Gelacio Sánchez Suárez, Secretario Administrativo y el Dr. José Gerardo Serafín Vera Muñoz, Secretario de Investigación y estudio de posgrados; sostuvieron encuentros con profesores y directivos de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la casa de altos estudios cubana.

Interesados fundamentalmente en los programas de maestrías y doctorados, los académicos mexicanos se reunieron también con miembros de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba (ANEC), así como con coordinadores de programas docentes capaces de nutrir la nueva oferta posgradual.

Con relación a la firma del convenio, la Dr. C. Dayanis Socarrás Viamontes, decana de la facultad homóloga de la institución cubana, destacó que: "Los nuevos lazos de cooperación posibilitarán fortalecer las áreas de pregrado y postgrado, con la formación doctoral de profesores de la BUAP en nuestro Programa de Ciencias Contables y Financieras, la publicación conjunta de artículos científicos, el intercambio de especialistas, el desarrollo de proyectos de investigación, entre otras ventajas".

El principal interés de la parte mexicana es la formación postgradual, así como la oportunidad de brindar una doble titulación a sus estudiantes. (Foto tomada del perfil de Facebook de la Universidad de Camagüey)

Por su parte, Vera Muñoz aprovechó para resaltar los lazos de cooperación que han unido a ambas instituciones por más de tres décadas, a la vez que destacó como uno de los grandes beneficios de este convenio la posibilidad de "lograr la doble titulación para los estudiantes. Además, impulsará la movilidad académica de alumnos y profesores y la participación en eventos, especialmente en la modalidad de clases espejos". 

La Benemérita Universidad Autónoma de Puebla ha sido un referente científico y educativo desde el siglo XVI. Paradójicamente, su apoyo institucional a la Revolución cubana impulsó el Movimiento de Reforma Universitaria, que concluyó en 1963 con la promulgación de la Ley Orgánica y reconoció el carácter laico de la Educación Superior.

Así, "se impuso un modelo de Universidad Crítica, Democrática y Popular que fortaleció la investigación científica y la vinculación con los sectores más necesitados de la sociedad", reseña el centro en su página web. Si bien este modelo caducó a finales de la década del 80, ese plantel continúa siendo un referente para la comunidad académica nacional.

Para esto, se conceptúa como institución pública y autónoma, cuyo deber principal es la formación inclusiva de profesionales críticos capaces de transformar la realidad económica y social de su país, además de promover valores como la igualdad de oportunidades, la tolerancia y el respeto a los derechos humanos.

Tales presupuestos docentes y sociales hacen cuestionable la relación con la Universidad de Camagüey, con la cual celebraron 32 años de vinculación académica el pasado 9 de junio.

En 2017, la BUAP realizó una ceremonia conmemorativa con motivo del aniversario 25 de la firma del primer convenio de colaboración con su par camagüeyana. En esa ocasión, Óscar Gilbón Rosete, titular de la Tesorería General de la sede mexicana, destacó el papel de la UC en la formación de estudiantes mexicanos y del Caribe. Adicionalmente, resaltó las similitudes entre las ciudades de Camagüey y Puebla, las cuales, a su entender, justifican "el intercambio de académicos y estudiantes entre las instituciones y sus proyectos en común”.

Santiago Lajes Choy, importante represor de la libertad académica en la Isla, fue agasajado en la sede mexicana, que ignoró su desprecio manifiesto por la libertad de cátedra. (Foto tomada de la página web de la BUAP)

Amén de la "belleza de los paisajes", Gilbón Rosete parece ignorar las incontables incongruencias en cuanto a las proyecciones de ambas universidades. De este modo, pasa por alto las violaciones a la libertad académica que se suceden en la Universidad de Camagüey, supeditada enteramente a la voluntad del Partido Comunista de Cuba.

Este centro docente cubano se ha caracterizado por la persecución de estudiantes y profesores que se han mostrado críticos con el gobierno de La Habana. El académico José Raúl Gallego ha sido una de sus víctimas, sufriendo el acoso de oficiales de la Seguridad del Estado dentro del campus universitario con la complicidad de la directiva, además de sanciones administrativas por ejercer su libertad de expresión hasta, finalmente, quedar fuera de la universidad.

La ostensible tradición represiva de la Universidad de Camagüey viene de lejos, el caso de Rafael Gabriel Almansa Alonso, estudiante de la Licenciatura en Economía y líder estudiantil, que fue separado de la docencia durante un año por oponerse a la cacería de brujas desatada en la Educación Superior en 1980 contra quienes mostraran algún signo de “debilidad ideológica”, da cuenta de ello. Al término de su sanción, el joven pudo graduarse con Título de Oro, pese a lo cual fue relegado al final del escalafón y ubicado en un puesto laboral con nulas posibilidades de superación.

En 2009, Eliécer Jiménez Almeida fue expulsado por dos años de la Licenciatura en Periodismo luego de que expusiera su documental “Toilet-ando sin ganas” en el concurso audiovisual El Almacén de la Imagen. Al reincorporarse al centro fue hostigado por la profesora Flor de María Fernández, quien le aseguró que, por sus convicciones políticas, impediría su graduación. El joven llegó a somatizar por la intensidad del acoso sufrido por años.

Más recientemente, en 2019, la universidad permitió la detención arbitraria del estudiante de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo Jorge Enrique Cruz Batista. Este resultó torturado física y psicológicamente en la sede de la Seguridad del Estado en la provincia.

Por si fuera poco, la UC se desentendió de su situación, aplicándole una medida cautelar de “suspensión de sus derechos estudiantiles”, por haber participado en “hechos que atentaron contra los bienes del Estado y que además constituyeron una manifestación explícita contraria a nuestro proceso revolucionario”, según registro del Observatorio de Libertad Académica.

Además, a finales de 2022, el alma mater camagüeyana expulsó de su claustro a José Luis Tan Estrada, periodista y profesor de Comunicación Hipermedia y Lenguaje Digital. En esta ocasión argumentaron la postura abiertamente antigubernamental mostrada por el docente, considerando que su influencia era perniciosa en una “universidad solo para revolucionarios”.

No obstante, si se pretendiera apartar lo ético en aras de lo práctico atendiendo a la repercusión de los avances que en las ciencias económicas pudiera ostentar la Universidad de Camagüey, tampoco se justificaría este relacionamiento. La realidad invalida la categoría de referente para los estudiantes mexicanos de tercer ciclo.

Al respecto, en un informe debatido por el Consejo de la Administración del territorio, hasta el cierre de mayo se registran cifras millonarias en cuentas por pagar y cobrar. Según la Dirección Municipal de Finanzas y Precios, de ese volumen una buena parte se excede del término máximo establecido para su liquidación, refiere Radio Camagüey.

En cuanto a la situación de la ganadería, en la provincia históricamente conocida por su riqueza pecuaria, el Anuario Estadístico Camagüey 2022 (último publicado), destaca el Proyecto de Desarrollo Ganadero (PRODEGAN) como un hito en la transformación del sector agropecuario local. Paradójicamente, los datos ofrecidos por esa misma fuente muestran una contracción evidente en el número de ganado durante los años en los que ha estado activo ese programa.

Si bien las autoridades provinciales reseñan avances en el PRODEGAN, las cifras del Anuario Estadístico camagueyano 2022 muestran el decrecimiento del número de ganado, así como la pobre incorporación de nuevos ejemplares en el sector estatal.  (Fuente: Anuario Estadístico Provincial de Camagüey,  Oficina Nacional de Estadísticas e Información)

Por la sumatoria de las contradicciones expuestas, concernientes a aspectos éticos y de orden netamente científicos, el Observatorio de Libertad Académica denuncia el nuevo vínculo colaborativo entre la Universidad de Camagüey y la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Los valores de autonomía y libertad de cátedra preconizados por la casa de altos estudios mexicana equidistan del sostenido comportamiento que ostenta la parte cubana, sin contar las predecibles falencias académicas.

Asimismo, e incapaces de confeccionar un plan de estudios despojado de la estricta agenda del Partido Comunista de Cuba, el centro de estudios camagüeyano se encargará de poner a disposición de los estudiantes de intercambio una información presumiblemente filtrada y sesgada, en consonancia con la agenda de política exterior del Gobierno cubano, direccionada a la infiltración ideológica en la región a través de los canales académicos.

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