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Otra vez lastrar la pedagogía cubana. Sin lenguaje no hay país

Fecha de lanzamiento: 25 de julio de 2024

En días recientes, el anuncio de la facultad de Español-Literatura de la Universidad de Ciencias Pedagógicas “Enrique José Varona” dejó a no pocos asombrados. El centro promocionaba la formación a distancia de los estudiantes mediante una herramienta virtual.

“Esta modalidad permite gestionar cada una de las asignaturas desde la plataforma con la que cuenta la Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona, a la cual se tiene acceso desde una conexión digital. Los estudiantes no tienen que estar en las aulas para vencer las asignaturas y tienen hasta 10 años para alcanzar el título de Licenciado en Educación Español-Literatura”, anuncia la página de Facebook de la especialidad.

Captura de pantalla de la página de Facebook del Departamento de Español-Literatura de la Universidad de Ciencias Pedagógicas “Enrique José Varona”. (Tomada por este Observatorio)

En el año 2017, mediante la RESOLUCIÓN No.111/17 “REGLAMENTO DE ORGANIZACIÓN DOCENTE DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR”, el Ministerio de Educación Superior modificó las disposiciones referentes a la planificación curricular de las carreras, dando ciertos poderes a las instituciones docentes para variar la carga docente y hacer el tránsito al plan E de estudios universitarios.

El artículo 42 de esta ley, estipula que “los estudiantes del curso a distancia podrán matricular una misma asignatura hasta cuatro veces hasta aprobarla, teniendo en cada una de ellas tres oportunidades de examinarlas. Deben cumplir las actividades académicas, laborales e investigativas previstas en su plan de estudio. Cuentan con un máximo de 10 años para culminar la carrera”. Por si no bastara, elimina los conceptos de convocatoria ordinaria y extraordinaria.

Así, el estudiantado que opte por esta opción formativa deberá superar las disciplinas Lenguaje y comunicación, Estudios literarios, Estudios lingüísticos, Didáctica de la lengua española y la literatura (como Disciplina principal integradora), Formación pedagógica general, Marxismo-Leninismo, Historia de Cuba y Preparación para la defensa.

Asignaturas a vencer virtualmente por los estudiantes de la modalidad de “Estudios a Distancia” de la Licenciatura en Español Literatura. Parte I. (Captura de pantalla tomada por este Observatorio)

“Cada una de las asignaturas, organizadas en las disciplinas mencionadas, constituye un curso que debe estudiarse y aprobarse. Son 41 cursos, de los cuales 39 son obligatorios y 2 optativos/electivos, lo que significa que pueden ser seleccionados por el estudiante, pero de obligatorio cumplimiento una vez seleccionado”, especifica el material explicativo de la carrera.

Asignaturas a vencer virtualmente por los estudiantes de la modalidad de “Estudios a Distancia” de la Licenciatura en Español Literatura. Parte II. (Captura de pantalla tomada por este Observatorio)

Todo esto, con el único apoyo de un tutor designado cuyo trabajo consistirá en organizar la “comunicación con ustedes de manera que se intercambie acerca de cómo marcha el desarrollo de las actividades y se promuevan las mejores experiencias para estimular el trabajo colaborativo”; y un informático “si se requiere”, que resolverá dudas generales sobre el manejo de la plataforma.

Es decir, los futuros licenciados en Español-Literatura solo tienen como obligatoriedad comparecer en la UCPEJV para presentar la documentación a efectos de matrícula y al momento de la defensa de tesis.

El resto de su contacto con el alma mater pedagógico se reducirá a cumplir con las tareas establecidas en la plataforma Moodle, conforme al plazo requerido. Aunque suene paradójico, para manejarse en este “entorno virtual de aprendizaje”, deberán superar el curso básico de Gestión de la Información que se imparte a través de la misma.

Uno de los aspectos del caso es que la universidad no se responsabiliza de la accesibilidad virtual ante los alumnos, puesto que uno de los requisitos indispensables para la matrícula es “Tener recursos informáticos que les permitan acceder a la información de manera personal, pues la Universidad no garantiza la conexión desde sus instalaciones”.

Las plataformas virtuales para el aprendizaje empezaron a utilizarse en Cuba como única alternativa educacional en medio de la pandemia. Con el cierre abrupto de los centros docentes en marzo de 2020, el Gobierno cubano implementó la educación televisiva escalonada para las diversas enseñanzas, menos la superior.

A la deriva, los universitarios debieron buscar alternativas para comunicarse con sus profesores. Sin embargo, las plataformas de redes sociales y mensajerías convencionales no tenían carácter masivo, menos por los prohibitivos costos del acceso a internet en el país, cuyo monopolio es prerrogativa de la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba S.A (ETECSA), en manos del Estado.

Durante el año 2021 se comenzaron a implementar las plataformas virtuales de aprendizaje con resultados deficientes. Pese al triunfalismo que caracteriza al oficialismo cubano, Reynaldo Velázquez Zaldívar, director general del Pregrado del MES para la fecha, debió reconocer a Granma algunas de sus falencias.

“En un principio ha habido problemas por la sobrecarga que ha existido en los servidores. En un momento determinado no estábamos preparados para asimilar esa avalancha de interacción. De manera general, en el país, esto ha funcionado bastante bien. En las universidades, que son un poco más complejas, se ha ido dando solución a los problemas tecnológicos que han provocado esa sobrecarga”, contó al órgano oficial del Partido Comunista de Cuba.

Lo que él llama “en un principio” se traduce a perenne. “No se puede acceder a este sitio web” en las pantallas de aquellos usuarios que intentaron acceder al Entorno Virtual de Aprendizaje (EVEA), implementado en la Universidad de La Habana. Hoy en día, esta herramienta funciona de manera inestable en algunas facultades. La tendencia a la centralización de los recursos materiales y tecnológicos en la capital nos permite dudar de las “buenas experiencias” en el resto del país.

Intento de acceso al Entorno Virtual de Enseñanza y Aprendizaje (EVEA) implementado por la Universidad de La Habana. Tomada el  primero de marzo de marzo de 2021, día del inicio de curso. (Cortesía de Cuba Noticias 360)

Alarmante resulta entonces que se ponga en manos de una tecnología de avanzada -ejecutada en un soporte digital obsoleto- la formación de los futuros maestros de nuestra lengua materna y, por ende, de las futuras generaciones de cubanos.

Más preocupante resulta que la Universidad de Ciencias Pedagógicas tenga todo un glosario de disciplinas que se imparten en idénticas condiciones, como la Licenciatura en Marxismo-Leninismo e Historia, Licenciatura en Pedagogía-Psicología o la Licenciatura en Educación Especial.

La flexibilización en el rigor formativo de los estudiantes viene dada, presumiblemente, por la urgencia de contar con profesionales en el área educativa. En septiembre del pasado año, las autoridades cubanas reconocieron la necesidad de más de 17 mil docentes en las aulas. Estas vacantes se generaron solo en el período 2022 -2023.

Sin embargo, la precariedad de mano de obra en el sistema educativo venía manifestándose desde mucho antes, a juzgar por estrategias como la contratación de maestros jubilados y que, dicho sea de paso, no logró aminorar el déficit. Por añadidura, se movilizó a gran parte del profesorado hacia La Habana, quedando cubiertas las necesidades básicas de la capital, pero ahondando en la crisis al interior del país. 

Los motivos anteriormente esgrimidos hacen que el Observatorio de Libertad Académica denuncie el método de educación a distancia empleado por la Universidad de Ciencias Pedagógicas “Enrique José Varona”. Consideramos que la formación académica de las nuevas generaciones es una labor de interés público supremo y, por tanto, la preparación de quienes la ejercerán debe contar con el tutelaje pedagógico correspondiente.

Igualmente, la pésima conectividad de que disponen los usuarios cubanos y el tipo de sistemas sobre los que se asientan los entornos virtuales de aprendizaje -cuya funcionalidad es deficiente- entorpecen el correcto desarrollo de los estudiantes.

Sostenemos que este llamado del establecimiento pedagógico es una apuesta a la masividad que sigue las directrices políticas del país, en detrimento de la vocación, el compromiso, la ética profesional y la responsabilidad social, valores consustanciales al ejercicio del magisterio. Insistimos en la puesta en valor de la profesión clave para la movilidad social, apelamos a la ética profesional de quienes están al frente de las instituciones destinadas a crear lingüistas, en ellos radica la posibilidad de sobrevivencia de la nación, una vez que el idioma es elemento básico de la identidad cultural de un pueblo.

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