Partido Comunista de Cuba ratifica el control sobre la Universidad de Oriente
Fecha de lanzamiento: 13 de marzo de 2024
El Partido Comunista cubano realizó su balance del año en la Universidad de Oriente (UO), encuentro durante en cual se debatió la necesidad de captar nuevos miembros para la organización.
"La premisa es hacer, para perfeccionar la organización política y su papel dirigente, cada uno desde sus funciones, tareas y misiones, con la responsabilidad y autoridad necesarias", expresó Luis Alberto Pérez, secretario del PCC en la institución docente santiaguera.
Asimismo, Pérez llamó la atención sobre la necesidad de profundizar el trabajo con aquellos jóvenes que ya pertenecen a la organización, además de intentar vincular a aquellos que no forman parte de la membresía, pero han logrado erigirse domo "vanguardias" dentro de la esfera estudiantil.
"La militancia de la UO hizo énfasis en la preparación permanente de los cuadros y reservas, aspecto imprescindible para evitar el debilitamiento institucional a un mediano y largo plazo, de ahí la necesidad imperante de creer más en los jóvenes y trabajar con ellos, sus intereses, potencialidades, y reconocer sus logros", destacó la Agencia Cubana de Noticias.
También los miembros del PCC mostraron su preocupación por fortalecer su interacción en redes sociales, mediante la creación de contenidos "atractivos e interesantes". No obstante, se sigue apostando por el fortalecimiento del trabajo de campo, asegurándose del compromiso real de los militantes en activo y de nuevo ingreso.
Por su parte, la Dra.C. Maribel Ferrer ratificó el carácter excluyente de la Universidad de Oriente, alegando que la falta de compromiso político de los estudiantes podría dar al traste con la razón fundacional del proyecto docente.
"Sin compromiso político, se pone en juego ese fin de la mambisa Universidad de Oriente, hay que ayudar a los jóvenes que sufren carencias, que también son vulnerables, que tienen familias complejas, uno solo que salvemos hoy será un combatiente más a favor de la Revolución", dijo, poniendo de manifiesto la urgencia por garantizar la permanencia de quienes ya son miembros, así como la urgencia de captar sangre nueva ante la inestabilidad política y la falta de confiabilidad en el Partido.
El apremio del PCC por aumentar sus filas es una constante desde hace varios años. Si bien el número de afiliados disminuye de manera natural en tanto los militantes de la Unión de Jóvenes Comunistas no decidan completar el proceso de crecimiento, el único partido legal de Cuba ha modificado algunos de sus estatutos más férreos a fin de no perder adeptos.
Ya en 2018, la académica cubana Dra. Alina Bárbara López Hernández, se refirió al asunto en un artículo publicado por La joven Cuba bajo el título de "Ya no es antes". "Si durante largo tiempo no aceptaron entre sus militantes a personas que asumieran otra ciudadanía además de la cubana, han modificado esa actitud y ya se admite a los que estén en la referida situación, lo que indica que el Partido se adapta al cambio de contexto. Sin embargo, las personas que obtienen otra ciudadanía muchas veces se radican por determinados períodos fuera de Cuba, o viajan con frecuencia, y su pertenencia al PCC les ocasiona una molesta consecuencia: la obligación de informar y solicitar autorización de su núcleo del Partido cada vez que decidan salir del país".
Aunque las cifras oficiales no estan disponibles, el PCC reconoce entre sus filas a más de 700 mil cubanos, cantidad que dista mucho de ser representativa. Por añadidura, López Hernández pudo detectar ciertos factores que atentan contra la masividad de esta organizacion.
"Las altas tasas de emigración definitiva de cubanos, residencia temporal en otro país, constantes viajes al exterior o decisión de causar baja natural o desactivarse, le restan militantes, efectivos o potenciales, a ambas organizaciones. Si además tenemos en cuenta la ampliación del sector privado en nuestra economía, también es un factor que puede limitar el ingreso a las filas del PCC, pues este acostumbra a seleccionar a sus militantes entre los trabajadores ejemplares elegidos en asambleas realizadas al efecto en sus centros laborales, sobre la base del principio de la voluntariedad. ¿Cómo se materializará esto en la empresa privada? No conozco de ningún caso en que en una de ellas se haya efectuado una asamblea de trabajadores ejemplares, lo que no quiere decir que no ocurra, simplemente no tengo los datos”.
En esta reunión en la Universidad de Oriente, su rectora, la Dra. Diana Sedal Yanes, “… llamó a los militantes del Partido a la coherencia, a la sensibilidad, a la no discriminación, exclusión ni segregación de ningún tipo, y a mantener las conquistas alcanzadas. Convocó a los núcleos de base a realizar análisis más profundos y atemperados a los tiempos que corren, para evitar los delitos e ilegalidades que aún tienen lugar en la entidad, pues al PCC nada le es ajeno.", reseñó la ACN.
Diana Sedal, paradójicamente, ha sido el rostro de la censura en la casa de altos estudios oriental. Su asidero conceptual como cuadro dirigente quedó explicitado al secundar las declaraciones de Martha del Carmen Mesa Valenciano, exviceministra primera de Educación, quien fuera tajante sobre el papel del profesor universitario y su indisoluble fusión con el Partido Comunista en declaraciones oficiales de 2019.
Desde entonces Sedal Yanes refrendó como deberes de un docente universitario "ser un profesional políticamente comprometido con la ideología de la Revolución cubana, educador por naturaleza, con profunda sensibilidad humana y coherencia entre su actuar y pensar”.
Con estas palabras dio al traste una vez más con las aspiraciones ya menguadas de autonomía universitaria en la Isla. "Es decisión de vida, servir a la Patria en la formación de estudiantes universitarios aptos para contribuir a la construcción de una sociedad que fijó el Socialismo como aspiración e ideal”, dijo en aquella fecha; aunque vemos que la preocupación del PCC por su incapacidad de lograr altos índices de incorporación dan cuenta de que, al menos en el contexto actual, estas premisas están seriamente comprometidas.
La declaración de principios de la rectora de la Universidad de Oriente está en franca consonancia con su actuar como funcionaria. Bajo su mandato se ejecutó, por ejemplo, el acoso a la profesora de la Facultad de Ingeniería Hilda Núñez Díaz. Pero este no ha sido el único incidente represivo de su autoría.
En el año 2021, la Universidad de Oriente expulsó al estudiante Adrián Arza, como colofón a una intensa persecución de la Seguridad del Estado, organismo que buscaba reclutarlo para revelar información acerca de la iglesia apostólica Emanuel y de su líder, Alaín Toledano.
Los detalles de la entrevista entre Arza y el agente de la Seguridad del Estado que opera abiertamente en la UO, trascendieron a partir de que el propio Toledano ofreciera su declaración a Radio Televisión Martí.
"Denunciamos públicamente que acaba de ser purgado un buen estudiante por no responder a las demandas de la policía política, por el simple hecho de no pensar igual que ellos, de no querer convertirse en un chivato. Ellos le cancelaron su carrera y futuro por no aceptar la doctrina comunista. Le acaban de aplicar esta jugada sucia al estudiante", dijo.
El Observatorio de Libertad Académica denuncia esta nueva ofensiva contra la libertad académica en Cuba, motivada por la escasa confiabilidad política que genera el Partido Comunista de Cuba. La nueva evidencia del ascendente del PCC en la universidad santiaguera ratifica el segregacionismo de los centros educativos en el país y su compromiso con el poder político.
Tanto en el caso de Hilda como en el del estudiante Adrián Arza, se incurrió en violaciones de la libertad de pensamiento y del derecho a la educación. Precisamente, estos son dos tipos de infracciones frecuentes en cuanto a la discriminación por motivos académicos dentro de Cuba.
De acuerdo con el informe número 37 de OLA, “libertad de expresión, opinión y acceso a la información se destaca como el derecho más afectado, con 159 violaciones registradas, señalando una notable restricción de la libertad de expresión y el acceso a la información en el ámbito académico. La autonomía universitaria, con 102 incidentes, y el derecho a la educación, con 98 registros, también se ven comprometidos en un número significativo de instancias. Aunque derechos como la participación política, la no discriminación y la privacidad exhiben un menor número de violaciones reportadas, no por ello dejan de verificarse continuamente en las instituciones docentes”.
Bajo la lamentable gestión de Diana Sedal Yanes, la Universidad de Oriente se ha posicionado como una de las primeras en materia de violaciones, por lo que es sumamente contradictoria su alusión reciente “a la no discriminación, exclusión ni segregación de ningún tipo”. Queda claro que la directiva del centro privilegia su lealtad a las instancias políticas por encima del encargo educativo, sin que se vislumbre un camino de retorno.