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Universidad 2024 o la exportación del modelo educativo cubano

Fecha de lanzamiento: 16 de febrero de 2024

El XIV Congreso Internacional Universidad 2024, finalizado hace unos días en Cuba, propició la firma de más de cien convenios de colaboración para la Isla. Así lo dejó saber el ministro de Educación Superior Walter Baluja, quien en declaraciones a la oficialista agencia de noticias Prensa Latina resaltó que el evento ha “brindando una plataforma para el intercambio de conocimientos, la colaboración internacional y el fortalecimiento de la calidad educativa”.

Además, el titular “subrayó que la educación superior de la isla se verá más fortalecida tras el cónclave, el cual reafirmó el compromiso de la isla en mejorar la calidad de la educación, fortalecer la investigación y el desarrollo, así como promover una enseñanza comprometida con la transformación de la sociedad”, reseñó PL.

Las crecientes deficiencias en el sistema educativo cubano son una realidad que el régimen ha podido sortear con éxito relativo, enorgulleciéndose de haber podido contar con la presencia de 797 profesionales extranjeros.

Según declaró la relatoría del Congreso durante el evento de clausura, este “favoreció el desarrollo de un debate reflexivo, franco y comprometido sobre los principales temas y problemas de la educación superior del futuro”. Asimismo, sirvió para trazar líneas de acción que condujeran al aceleramiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030, pues están muy lejos de cumplirse.

Cuba aprovechó el espacio para afianzar vínculos estratégicos con antiguos socios como Rusia y México. Solo en la segunda jornada, se logró la firma de 24 convenios de colaboración con Rusia, relativos a importantes sectores económicos de ambos países.

“Irina Kraeva, rectora de la Universidad Estatal de Lingüística, de Moscú, señaló la necesidad de abarcar nuevas áreas de cooperación, como la digitalización, la innovación y la inteligencia artificial, considerados temas fundamentales para el futuro de la educación y la investigación científica”, relató el diario oficialista Granma

Otros campos comprometidos fueron “la nanotecnología, la energía renovable, la eficiencia energética, las ciencias de la vida, la ecología, la tecnología de la información y las comunicaciones, y la ciberseguridad”. Como muestra de la rusificación de la enseñanza sobre la que OLA ha insistido con anterioridad, volvió a estar sobre la mesa la posibilidad de impartir ruso como parte regular del programa de estudios cubano.

México se alzó en segundo lugar como principal socio en materia educativa, con la firma de 13 convenios y la presentación de varias cartas de intención por parte de varias de sus universidades.

De acuerdo al testimonio de Francisco Luciano Concheiro Bórquez, subsecretario de Educación Superior de ese país, se prevé articular alianzas “en torno a cuatro ejes: la vinculación con sectores estratégicos productivos, las oportunidades de internacionalización de las mallas curriculares de la investigación y la docencia, las estrategias para fomentar programas de intercambio estudiantil y académico, y la vinculación con sectores industriales y sociales”.

Por su parte, el Secretario General de la Organización de Cooperación Sur (OSC por sus siglas en inglés) se reunió con Baluja para intercambiar sobre “la democratización del acceso al conocimiento a través del Sistema de Información del Gran Sur, la movilidad estudiantil basada en el Marco para Reforzar los Intercambios entre Jóvenes y Regiones a través de la Educación #FREYRE, y cómo la universidad puede ser actor en Desarrollo local en los países del Sur para construir #ElFuturoQueQueremos”, reseñó la página oficial en X de la organización.

Vale destacar que la OSC se rige por la Declaración Universal de la Educación Equilibrada e Inclusiva (DUEEI), proclamada en 2020 y que busca “contribuir a la construcción de una tercera vía de desarrollo equitativa e inclusiva”.

El documento establece que los países miembros se comprometen a “Garantizar que las instituciones educativas sean espacios seguros en los cuales alumnos, educadores y miembros de la comunidad puedan reunirse, debatir, criticar e intercambiar diversos puntos de vista e ideas sobre el mundo”, según se reconoce en el apartado 2 de su artículo 9. Mientras que en el artículo 8 queda pautado que las autoridades educativas deben “permitirles a los alumnos elaborar individual y colectivamente su propia comprensión del mundo y cuestionar las normas sociales existentes”.

Con tales preceptos, resulta incomprensible que Cuba siquiera se vislumbre como socio de provecho en la construcción de una memoria inclusiva, en materia educativa muchísimo menos.

También como parte del evento, se organizaron stands donde las universidades cubanas pudieron exponer las “ventajas” de sus programas educativos, resaltando la presencia de la Universidad de Camagüey.

Al respecto, el perfil de Facebook de esta casa de altos estudios reseñó el intercambio con representantes de República Dominicana, Estados Unidos y Ecuador.

“El Dr. C. Santiago Lajes Choy, rector de la UC, se reunió con el rector de la Universidad Bolivariana del Ecuador, Ph. D. Roberto Tolozano Benítez, quien se interesó por los programas de formación doctoral que se ofrecen en nuestra alta casa de estudios. Además se mostró atraído por los proyectos de colaboración conjunta en las áreas de contabilidad, desarrollo local, ingeniería química, ciencias de la educación, administración, energía”, iniciaron diciendo

A la par, la Dra. Terra Brown, vicepresidenta de Innovación y Transformación Académica en la Asociación Estadounidense de Colegios y Universidades Estatales, y el Dr. Tony M. Liss, rector y vicepresidente senior de asuntos académicos del Colegio de la Ciudad Universitaria de Nueva York; se interesaron en las posibilidades de intercambio en ramas como la biotecnología, la energia y la inteligencia artificial, entre otras.

Similares encuentros se sostuvieron con el representante de la Universidad Estatal de Nueva York en Albany y la delegación de la Universidad de Estudios Internacionales de Hebei en China, encabezada por su rector Dr. C. Sun Jianzhong. Con este último, se remarcaron los acuerdos de cooperación establecidos hace varios años.

Por su parte, la Universidad de Holguín firmó importantes acuerdos con sus homólogos de Sopron y Miscolk en Hungría. Adicionalmente, suscribieron acuerdos con el Consejo Británico y dialogaron “con el viceministro de Educación de Venezuela y representantes de Clacso, el Instituto de Formación Docente de Uruguay, el Purchase College, State University of New York y el City College of New York, de Estados Unidos”.

“Participa la #UHo en reunión de rectores Cuba-Rusia👉Cuba-Brasil, espacio para mostrar nuestra cartera de servicios académicos, explorar posibles colaboraciones y concretar la firma de convenios con la Universidad Federal del Sur de Rusia y la Universidad Federal de Sul de Bahía, Brasil”, reconoció orgullosamente el centro

Amén de los intercambios, la Universidad de La Habana aprovechó la oportunidad para lanzar la convocatoria a la Convención Científica Internacional Saber UH 2025 ensalzándola como una fiesta del conocimiento, con el único fin de comprometer las voluntades de los asistentes. La autopromoción incluyó reconocer al ministro de Educación Superior Walter Baluja con la placa conmemorativa y el sello 295 Aniversario de la institución insignia de la enseñanza superior en Cuba.

De acuerdo con el informe número 37 del Observatorio de Libertad Académica La Habana y Camagüey concentran el mayor número de establecimientos educativos con registros de incidentes de violencia académica contra alumnos y profesores.

“Además de La Habana, provincias como Las Tunas, Cienfuegos, Guantánamo y Villa Clara también han experimentado un número significativo de incidentes, y con este informe suman incidentes tanto La Habana como Camagüey. No obstante, aunque se evidencia un patrón inquietante en la ubicación de los casos, las violaciones de derechos no se circunscriben a una región específica ya que se trata de la aplicación de una política de Estado”, reseña la organización.

Por tanto, el OLA insiste una vez más en lo pernicioso de “eventos académicos” de esta índole, que crean una fachada de normalidad de cara a la comunidad internacional, y soslayan las deficiencias en el sistema educativo cubano.

Universidad 2024 se suma a un conglomerado de eventos aparentemente científicos que contribuyen al turismo académico del país y cuyo principal fin es establecer alianzas educativas, que derivan en incidencia política y ganancias monetarias para estos centros. Este dinero, evidentemente, no se reinvierte en el ámbito de lo docente.

Este Observatorio denuncia el fenómeno del eventismo educativo como estrategia orientada a la validación del modelo académico cubano, respaldando a profesionales que han adquirido su acreditación de manera controvertida, y contribuyendo a sostener la farsa de la calidad docente cubana, bajo la cual el régimen ingresa cuantiosas sumas en concepto de “exportación de servicios docentes”, con la consiguiente explotación de profesores que imparten clases bajo condiciones de semi esclavitud en disímiles partes del mundo.

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