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Un experto en la migración cubano-americana visita el Centro de Investigaciones de Política Internacional en La Habana

Fecha de lanzamiento: 21 de diciembre de 2023

Hace poco menos de una semana, el perfil de X del Centro de Investigaciones de Política Internacional (CIPI), se enorgullecía del encuentro sostenido con el sociólogo cubano americano Guillermo Grenier.

“Hoy tenemos el gusto de recibir en @CIPICuba y @Cehseu_Uh al Dr. Guillermo Grenier @GrenierGJ del @GSSFIU para conversar sobre las características de la migración cubana en EEUU”, dejaba saber la publicación.

Guillermo J. Grenier es uno de los sociólogos de habla hispana más influyentes en Estados Unidos. Sus estudios se centran en el análisis de los procesos migratorios, que abarcan las costumbres de vida y adaptación de los cubanos asentados en la Florida.

Actualmente, ejerce como profesor de Sociología para el Departamento de Estudios Socioculturales y Globales de la Universidad Internacional de Florida. De acuerdo a la página oficial de dicho centro, “El Dr. Grenier ha sido miembro de Fulbright y miembro de la facultad del Instituto de Estudios Latinos de la Universidad de Notre Dame, así como director del Centro de Investigación y Estudios Laborales de Florida. Desde 1991, se ha desempeñado como investigador principal de la Encuesta Cuba de FIU, un proyecto copatrocinado por el Instituto Cubano de Investigaciones. Da conferencias a nivel nacional e internacional sobre su investigación”.

La influencia de dicho académico en el área de la Florida nos hace cuestionarnos su relación con el Gobierno cubano. Recordemos que durante más de 60 años el discurso oficial del régimen castrista ha satanizado el conocimiento producido en los Estados Unidos, específicamente por los cubanoamericanos, con quienes incluso acostumbra a usar adjetivos como “resentidos” o “la mafia anticubana de Miami”.

Esta “alianza” despierta más alarmas aún si tenemos en cuenta que las investigaciones de dicho intelectual están siendo usadas por el CIPI, organización que durante años ha explorado las relaciones internacionales para Cuba.

Entre las metas de esta institución se halla “Fomentar y desarrollar investigaciones prospectivas en el mediano y largo plazos, y de carácter estratégico, así como realizar estudios complementarios, en la esfera de las relaciones internacionales”. También “Identificar y analizar los escenarios y temas políticos, económicos y sociales principales —a escala global y regional, con un enfoque multidisciplinario e interdisciplinario en la producción del conocimiento, orientado a ofrecer resultados de mayor integralidad e impacto científico, docente, político y social”.

En este caso, la labor se intensifica en tanto se hace de conjunto con el Centro de Estudios Hemisféricos y sobre Estados Unidos (CEHSEU), la única institución perteneciente al ámbito de la educación superior que estudia a la nación norteamericana en el país.

Su objetivo principal es “investigar acerca de los aspectos políticos, ideológicos, sociales y económicos de la realidad doméstica norteamericana, así como el enfoque de su política exterior tanto a nivel estratégico global como regional”.

Y es que, apenas el pasado 18 de diciembre, la Comunidad de Inteligencia de Estados Unidos dio a conocer un informe donde se aseguraba que el Gobierno cubano llevó a cabo operaciones para influenciar a los habitantes de la Florida durante las elecciones intermedias del pasado año.

La investigación, aún en curso, arrojó que funcionarios cubanos intentaron establecer alianzas con ciertos medios de comunicación en ese Estado de manera no aleatoria. Estas conexiones se centraron en aquellos productores de noticias con una postura abiertamente contraria respecto a candidatos con un discurso crítico hacia el régimen. Asimismo, este tipo de información fue amplificada desde perfiles en redes sociales “casi con certeza vinculadas de manera encubierta" al régimen castrista.

“Estimamos que Cuba intentó socavar las perspectivas electorales de políticos específicos del Congreso y gubernamentales que consideraba hostiles", además, “el gobierno cubano buscó influir en las percepciones sobre políticos pertenecientes a ambos principales partidos políticos de EEUU".

Estos sucesos colocan a Cuba en una postura similar a la de países como China, Rusia e Irán; sin embargo, la mayor de las Antillas ha presentado una particularidad: sus intentos fueron “menos extensos en escala y más específicamente dirigidos" al área de la Florida.

“Las declaraciones públicas del gobierno cubano indican que La Habana percibe a los cubanoamericanos en Miami como teniendo una influencia desproporcionada en la política de EE. UU. hacia Cuba", continúa explicando el informe.

Con relación a dicho reporte, la Directora de Inteligencia Nacional Avril Haines expresó: "compartimos nuestra evaluación y el material adjunto para ayudar a informar al público estadounidense sobre los esfuerzos de influencia extranjera, incluidos intentos por parte de actores extranjeros de inducir fricciones y socavar la confianza en el proceso electoral que sustenta nuestra democracia".

De cualquier manera, existen detalles del reporte que no han trascendido y el Gobierno norteamericano está investigando a personas por su relacionamiento en estos hechos, aunque no ha declarado sus identidades.

El curso de esta investigación nos permite vislumbrar el porqué de la relación con Guillermo Grenier: presuntamente, el Gobierno cubano puede estar valiéndose de los resultados de sus investigaciones para permear con mayor facilidad la población de la Florida, utilizando las ventajas que el conocimiento de las especificidades de este grupo de ciudadanos le ofrece. Así, pretende cancelar a los candidatos más críticos de cara al Congreso.

Esto explicaría por qué, mientras algunas voces cubanoamericanas son perseguidas en la Isla, las ideas de Grenier son amplificadas en importantes medios como Oncuba y la Revista Temas. El primero, funcional a los intereses económicos del Gobierno cubano ignorando los reclamos de democratización de la ciudadanía, y la segunda, actuando como plataforma para la validación conceptual del continuismo político.

En medio de este escándalo resulta llamativo este tipo de vínculo. La Universidad Internacional de Florida (FIU, por sus siglas en inglés), apuesta por valores como la libertad de pensamiento y expresión, así como por el respeto a la diversidad e integridad del individuo; en contraposición con la Universidad de La Habana, centro rector del CEHSEU, a la cual le consta un amplísimo historial de violaciones a la libertad académica.

Por tal motivo, el Observatorio de Libertad Académica alerta sobre los nexos del sociólogo Guillermo J. Grenier con instituciones cubanas formalmente académicas, pero que en realidad tributan a las necesidades de inteligencia de la cúpula castrista, por las posibles implicaciones en el funcionamiento interno de una nación extranjera. Creemos oportuno remitir al amplio historial de injerencia política extraterritorial del Estado cubano, apoyándose en los centros de pensamiento radicados en las instituciones académicas nacionales.

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