Inestabilidad en centros de educación media y superior ante crisis de combustible en la Isla
Fecha de lanzamiento: 4 de octubre de 2023
Varios centros docentes del país, de nivel medio y superior, han tomado medidas para contribuir al ahorro de combustibles ante la crisis energética que atraviesa el país. Entre las disposiciones implementadas se encuentran el cierre parcial de instituciones educativas, así como la supresión de actividades previstas.
La Universidad de Matanzas fue la primera en eliminar las actividades presenciales para el Curso Diurno y el Curso por Encuentros durante la semana del 25 al 30 de septiembre. Esta medida, se extendió de manera indefinida al no existir una solución inmediata para la transportación de los estudiantes.
Además, la directiva del plantel orientó la permanencia de los estudiantes en las prácticas laborales así como en la tarea Educando por Amor. “Se mantiene la Conferencia del Ing. Llimer Alejandro Peralta Espinosa, Director de Formulación de Proyectos de Desarrollo Vial de la Secretaría de Infraestructura y Transporte de Honduras.”, además de “las actividades relacionadas a la XV Comprobación Nacional al Control Interno”, explicaba una publicación en el perfil oficial de la casa de altos estudios, y que fue eliminado días después.
Por su parte, la Universidad de Camagüey “Ignacio Agramonte y Loynaz”, no suspendió la presencialidad. “Hemos reiniciado el curso escolar en medio de difíciles condiciones; sin embargo, se trabaja fuertemente para que no les falte nada a nuestros estudiantes. Mientras esté en nuestras manos, la Universidad no va a cerrar", dijo el rector de la institución, Dr.C. Santiago Lajes Choy.
Durante un encuentro con profesores titulares, auxiliares y doctores, celebrado el pasado lunes en el Salón Mendive de esa Alma Máter, se instó a los docentes a buscar soluciones metodológicas que se adecuen a los nuevos tiempos de escasez.
En la provincia de Santa Clara, el gobierno provincial dispuso el refuerzo del transporte en los tramos clave, lo que incluye la transportación hasta la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas en los horarios comprendidos entre 7:00 y 9:00 de la mañana; y 3:00 a 5:00 de la tarde.
“Se movilizarán todos los carros administrativos posibles de las entidades y las bicicletas eléctricas. Cómo mínimo se darán 2 viajes por auto en cada horario de apoyo. El apoyo partirá de las piqueras establecidas y recogerán el personal en estas paradas nunca fuera de estas y también recogerá personas en los tramos mientras tengan capacidad”, dejó saber la página de Facebook del centro docente.
En otras provincias, se ha decretado la reducción drástica de la transportación, eliminando o limitando los enlaces intermunicipales. Esta medida, hace casi imposible la asistencia a clases para los alumnos que no residen en la ciudad cabecera, donde por lo regular, se ubican las universidades. En esta situación se encuentran Santiago de Cuba y Cienfuegos, donde varias fuentes aseguran la irregularidad de la asistencia a clases en el nivel superior.
En el caso particular de Pinar del Río, se ha reportado una inasistencia masiva en los estudiantes del onceno grado del Instituto Preuniversitario Vocacional de Ciencias Exactas “Federico Engels”. Los alumnos de este grado, debieron abandonar la sede para dar su alojamiento a los estudiantes atrasados de duodécimo grado, conocidos como “grado trece”, ya que deben asistir a la preparación con vistas a los exámenes de ingreso que debieron realizar el curso anterior.
Durante al menos tres semanas, fueron reubicados en los institutos preuniversitarios de sus respectivas localidades. Para esto no se les asignó una base material de estudios de ninguna índole, por lo que muchos han decidido no acudir a clases, según indagaciones llevadas a cabo por este Observatorio.
La pasada semana, el viceprimer ministro y ministro de Economía, Alejandro Gil Fernández, y el ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, comparecieron en el espacio oficialista la Mesa Redonda, para explicar el plan de acción ante la baja disponibilidad de combustibles en el país.
De acuerdo con de la O Levy, la crisis está dada por “suministradores y países que no han podido cumplir. Tenemos esta situación, estamos saliendo a comprar casi al día contra los inventarios que tenemos y, por tanto, se van produciendo baches. En un mercado saturado, donde no todo el mundo quiere comerciar con Cuba”.
Por su parte, Gil aseguró que “siempre decimos que ahorrar no es dejar de hacer, sino hacer consumiendo menos. Se trata de estimular el ahorro, y un conjunto de medidas para afectar lo menos posible a la población y la economía”. En todo momento, ambos aseguraron que el país “no estaba en cero”.
Sin embargo, esta afirmación fue desmentida por el primer ministro Manuel Marrero Cruz, quien reconoció ante el Consejo de Ministros que “No podemos estar satisfechos, pero yo creo que eso tenemos que montarlo así, como un sistema de trabajo… y sobre todo con la claridad de que es que no tenemos más, y que tenemos que ver cómo explotamos todas las potencialidades territoriales y la necesidad de revisar los métodos y estilos de trabajo”.
Esta situación, afecta enormemente los horarios lectivos en todos los niveles de enseñanza. Recordemos que, hace escasamente un mes, las autoridades del Ministerio de Educación (MINED) y del Ministerio de Educación Superior (MES) aseguraban la disponibilidad de recursos para acometer el curso 2023-2024, que pretendía ser la vuelta al calendario docente tradicional.
Este nuevo inconveniente, que comprometerá el curso escolar al menos en su primer semestre, desmiente las afirmaciones que en materia de logística hicieran las autoridades educativas en la Isla.
Así, puede que estas permanecieran al margen de la nueva crisis, lo que daría al traste con la aseveración de que se trabajaba en coordinación con las altas esferas del país. En caso contrario, habrían mentido sobre los preparativos para el nuevo curso, conociendo de antemano las dificultades para el abasto de combustible.
El Observatorio de Libertad Académica alerta sobre las insuficiencias de la actividad docente no presencial, demostrada durante y después de la pandemia, con altísimos índices de fracaso escolar, sobre todo en zonas rurales donde las carencias tecnológicas son apremiantes. Asimismo, denunciamos la falta de transparencia desde las instancias decisoras en el ámbito educativo, al esgrimir un discurso triunfalista de cara al nuevo curso, el cual dista mucho de la realidad.
Consideramos que la incidencia negativa del mal manejo económico del Gobierno cubano, en lo referido al funcionamiento del sector de la enseñanza, constituye evidencia del desinterés en el futuro de la nación, una vez que se reincide en vulnerar los procesos docentes ante cada manifestación de una crisis económica que ha derivado en padecimiento endémico del país.