Menos maestros cubanos: del abandono masivo al secuestro del salario
Fecha de lanzamiento: 15 de agosto de 2023
El pasado 11 de agosto, el gobernante cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez, reconoció las dificultades para el próximo curso escolar, el cual estará marcado por un déficit aún mayor de maestros en las aulas.
Según apuntó entonces, “nosotros no estamos en un proceso que es de instrucción: nosotros estamos en un proceso educativo; o sea, de formación, de crear una cultura general e integral que pasa por la cultura patriótica, política, ciudadana, cívica”.
Como ya es costumbre, Díaz-Canel rehusó referirse a las condiciones económicas y sociales de la Isla, achacando las “complejidades” del ciclo lectivo 2023-2024 a la “colonización cultural” y al período de pandemia. No obstante, debió admitir que es necesario “dignificar al maestro ante los ojos de la sociedad, hay que innovar desde los claustros, desde cada aula”, reportó la oficialista Agencia Cubana de Noticias.
Por su parte, la titular de Educación, Naima Ariatne Trujillo Barreto, dijo estar trabajando en un grupo de alternativas “más favorecedoras para el proceso formativo”, aunque no se describió ninguna en particular. La única conclusión que deja su intervención es que, para el curso escolar que comienza, faltarán maestros en varias provincias, especialmente en “La Habana, Mayabeque, Matanzas, Sancti Spíritus”.
La escasez de personal docente en Cuba tuvo un pico muy alto entre 2021 y 2022. El éxodo masivo de cubanos, que migraban a Centroamérica en busca de un futuro digno, se reflejó en el regreso a las aulas de ese curso escolar. Sancti Spíritus tuvo que reincorporar a las aulas más de 300 maestros jubilados, además de suplir “las necesidades de profesores con los contratos por horas-clase y el apoyo de los estudiantes universitarios de la tarea Educando con amor”, reseñó Radio Reloj.
En el caso de La Habana, se mantuvo como el principal foco de atención para las autoridades educativas. “La cobertura docente sigue siendo favorable y se le presta especial atención a la capital, debido a que contamos con una cifra significativa de contratos por hora, maestros con sobrecarga y cerca de 3 000 docentes que laboran en esta provincia”, declaró la entonces ministra de Educación Ena Elsa Velázquez en el espacio televisivo Mesa Redonda.
Sin embargo, las crecientes complejidades económicas han hecho que, para el presente curso, los docentes abandonaran su labor en busca de ofertas de trabajo más lucrativas. Recientemente, varios maestros guantanameros denunciaron atrasos en el pago de sus salarios.
De acuerdo a un reporte del periodista Alberto Arego, la escasez de liquidez en bancos y cajeros automáticos de esa provincia hizo que muchos llegaran al extremo de ver suspendidos servicios como la electricidad y la telefonía, además de medicinas y alimentación por no tener efectivo para pagar.
La durísima situación fue generada por el Ministerio de Educación (MINED) que, lejos de garantizar la correcta remuneración de sus trabajadores de cara a la escasez de efectivo, les comunicó que no pagaría los meses de vacaciones junto al salario del último mes -cómo se ha hecho siempre-. Por el contrario, “a falta del presupuesto asignado”, los maestros deberían subsistir desde junio, mes en que se efectuó su último salario, hasta agosto, cuando podrían cobrar las vacaciones.
Una denuncia anónima procedente del municipio capitalino Arroyo Naranjo dejó al descubierto la situación. “Es ilógico, luego de haber trabajado por un año, acumularlo al 09. Y luego decirnos que si pagan vacaciones, no pagan salario, o viceversa. Esto está pasando en el municipio de Arroyo Naranjo con la figura del vicedirector económico Agustín”, dijo la fuente.
En el correo, presuntamente enviado a Arego, la cubana cuestiona el papel de las instituciones que deberían velar por los derechos del trabajador. Además, confiesa que los pedagogos se sienten atados de pies y manos, pues ante cualquier queja pueden expulsarlos de su centro de trabajo.
“Quién defiende los derechos del trabajador? ¿Qué hace la CTC (Central de Trabajadores de Cuba) y sus sindicatos. Nos obligan a pagarlo y luego no nos defienden. Se sientan con la directora municipal a dar nuestros nombres. ¿La afiliación es obligada? ¿Qué hace el Partido que solo pide crecimiento?”, expuso.
La situación se repitió más tarde a lo largo del país, sin que las autoridades del Ministerio de Educación dieran una respuesta coherente al tema. Así, y durante más de un mes, el salario correspondiente a los trabajadores del sector no fue ingresado.
En cuanto a la Educación Superior vale hay que señalar que el salario mensual de un Profesor Titular es de 5.810 pesos, 5.560 para el Profesor Auxiliar y 5.310 para el Profesor Asistente. Estos honorarios, en consideración con la creciente inflación de la economía cubana, los dejan sin alternativas para garantizar su subsistencia.
Por añadidura, los medios de trabajo no son los idóneos para enseñar. Recientemente, Naima Ariatne Trujillo comentó que se ha realizado “un gran esfuerzo; ha habido un seguimiento durante todo el año anterior, que se ha intensificado en los últimos meses” a fin de garantizar los implementos necesarios para el nuevo curso, más la disponibilidad de recursos también golpea en este sentido.
Pese al panorama desalentador, las autoridades cubanas se mantienen optimistas. “Pensamos que este va a ser un curso que va a determinar muy buenas oportunidades para seguir en la generalización de los asuntos fundamentales vinculados a este proceso (de perfeccionamiento)”, aseguró Trujillo. En otras palabras: el régimen cubano, que no garantiza, pide otra vez esfuerzos sobrehumanos para “hacer más con menos”.
En el camino, va en detrimento la calidad de la educación cubana y formación de nuevos profesionales. Por tal motivo, el Observatorio de Libertad Académica denuncia la retención arbitraria del salario de miles de trabajadores docentes en la Isla por parte de las entidades financieras del Estado y con el beneplácito del Ministerio de Educación cubano, en franca vulneración de los derechos al trabajo y al salario digno.
Recordamos que este atropello constituye, además, una violación del Artículo 67 de la Constitución de la República de Cuba, que contempla la remuneración al trabajador y establece que “La persona que trabaja tiene derecho al descanso, que se garantiza por la jornada de trabajo de ocho horas, el descanso semanal y las vacaciones anuales pagadas”.