Casi el 20 por ciento de los estudiantes abandonaron su carrera en Sancti Spíritus
Fecha de lanzamiento: 21 de junio de 2023
Cerca del 20 por ciento de los estudiantes abandonaron sus carreras universitarias en la provincia de Sancti Spíritus, según un reporte del diario local Escambray. El trabajo periodístico se centra en la escasa orientación vocacional a los jóvenes aspirantes a la Educación Superior, más no aborda cuestiones esenciales que pudieran ser la causa de las deserciones.
“El Departamento de Estadística de la Universidad de Sancti Spíritus José Martí informa que en el 2022 se reportaron 190 bajas, lo que representó un 19.90 por ciento de la matrícula anual; 71 estudiantes más que en 2021 y 163 más que en 2020”, señala el texto.
Entre las causas de estas cifras, el periodista reconoce “la situación económica compleja que experimenta el país impulsa a muchos universitarios a emprender una carrera contrarreloj por la independencia o bien para apoyar de forma monetaria una economía familiar profundamente deteriorada”.
Además, se refiere a un fenómeno psicológico que define como “falacia del costo hundido o de las pérdidas irrecuperables”, al cual le atribuye “la dificultad o la imposibilidad de admitir ciertos fracasos. Esto provoca que, en consecuencia, perseveremos en el error y nos aferremos a recuperar lo perdido de manera irracional”. Esto explicaría el porqué los estudiantes se gradúan muchas veces de carreras que no son de su interés y no ejercerán a largo plazo.
Sin embargo, el periodista pareciera olvidar que Cuba sufre un importante éxodo migratorio, que provocó la salida del país de más de trescientas mil personas, en su mayoría jóvenes. La depresión de la economía y la imposibilidad de ver sus sueños realizados en la Isla, empujaron a cientos de miles de cubanos a vender sus pertenencias para solventar peligrosas travesías por Centro América hasta los Estados Unidos.
“El aparato productivo del país está colapsado, es obsoleto. En el caso de la industria es insuficiente, y en el caso de la agricultura el país está viviendo una situación hiper inflacionaria. Todo esto golpea tremendamente a los sectores menos favorecidos, los sectores de menores ingresos y sencillamente hay una crisis de esperanza”, declaró a Radio Francia Internacional Mauricio de Miranda, destacado economista cubano que es profesor de la Universidad Javeriana de Cali, en Colombia.
A esto debemos sumar la precarización continua del nivel de vida, que se hace especialmente crítica hacia las zonas rurales. La escasez de combustibles hace que el desplazamiento hacia las cabeceras provinciales, donde se encuentran la mayoría de las universidades, sea prácticamente imposible.
Ello, unido al deterioro del poder adquisitivo de las familias, hace que muchos jóvenes renuncien a sus aspiraciones profesionales, para preferir la remuneración inmediata. La doctora Alina Bárbara López Hernández se refirió al tema en exclusiva para el Observatorio de Libertad Académica.
“El transporte ha encarecido tanto que es imposible de pagar diariamente, y no hay guaguas para llevarlos [a los alumnos]. Tampoco los padres tienen lo que se necesita de alimentación, a veces, de zapatos, mochilas o determinados implementos estudiantiles”, explica.
Este fenómeno, se hace tristemente extensible a todos los niveles del sistema educativo, pero es en la media y superior donde se pueden apreciar mejor los daños. “Esto lo digo con total conocimiento, pues mi hermana es profesora de una escuela de economía en Jovellanos, y está alarmada por la baja asistencia de alumnos con su carrera otorgada y que no logran empezar”.
En estas situaciones, los padres esgrimen la realidad de la situación económica como motivo principal de que el alumno terminara, en muchos casos, trabajando en el campo. Esto la académica lo cataloga de peligroso, pues “puede replicar condiciones de pobreza al no permitir la calificación de la fuerza laboral. Es complicado, sobre todo para las niñas, ya que las oportunidades de trabajo en el campo sin calificación son menos probables que para un hombre, y la lógica sería replicar embarazos adolescentes y matrimonios en edades tempranas como mecanismo para mantener la vida cotidiana”, concluye.
Tristemente, las cifras oficiales respecto al tema no son difundidas a menudo, lo que dificulta la correcta identificación del problema y, por ende, de las soluciones pertinentes. Por este motivo, el Observatorio de Libertad Académica denuncia la precarización creciente del sistema educacional cubano y la inacción de las autoridades competentes para mejorar las condiciones de vida de los estudiantes.
Instamos al Ministerio de Educación Superior a investigar las causas de la deserción de los jóvenes en las carreras universitarias, así como a trabajar en el restablecimiento de unas condiciones de estudio apropiadas para sus educandos, a fin de que no se continúe resintiendo la cualificación de las nuevas generaciones y, por tanto, no se comprometa el futuro del país.