Fecha de lanzamiento: 14 de junio de 2023

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La académica cubana Alina Bárbara López Hernández realizará esta tarde una protesta pacífica en la ciudad de Matanzas para exigir su derecho a la libertad de movimiento. Regulada por el régimen de La Habana por motivos de “interés público”, la profesora acudirá al Parque de la Libertad de esa provincia en horas del mediodía.

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A través de su perfil de Facebook, López Hernández dio a conocer que, en lo que va de año, ha recibido dos propuestas de becas en el exterior, pero las ha rechazado porque no pretende vivir en el exilio. “Decidí hace mucho que voy a quedarme en mi país y que quiero acompañar desde dentro un proceso de cambios lento, desgastante, agotador, pero indetenible; como indetenible es la marcha de la historia”, apuntó.

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Sin embargo, reivindicó su derecho a participar en un evento convocado por la Asociación para el Estudio de la Economía Cubana, al que fue invitada este año. Asimismo, explicó que la prohibición de salida que pesa sobre su persona puede ser una estratagema de la Seguridad del Estado para que esta se enfoque en restablecer su libertad de movimiento y, una vez fuera, impedirle el ingreso como se ha hecho con varias figuras de la sociedad civil desafectas a la dictadura.

“Si fuera este el plan les advierto: cuidado, lucharía por regresar con igual valor al que lucharé para salir; no quedará un foro internacional al que no llegue a denunciar lo que ocurre en mi país, hasta la ONU si fuera necesario”, aseveró.

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Con respecto a la acción cívica de esta tarde, dejó saber que estará circulando por espacio de varias horas por la plaza pública. Portará además dos carteles: en el primero llevará la frase “mendigar derechos es cosa de cobardes”, de Antonio Maceo, en saludo al natalicio del patriota independentista y en reclamo a la libertad de los presos políticos en la Isla. En el segundo, detallará los artículos de la Constitución por los que se manifiesta.

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“Alerto que no estoy dispuesta a conversar con nadie que pretenda convencerme de abandonar mi acción. Solo quiero escuchar estas palabras: ‘Ya no está usted regulada’. Si no es para decirlas no pierdan su tiempo. Cada semana haré lo mismo. Espero que no pretendan detenerme pues no violaré ley alguna, en tanto, si me detuvieran, ustedes sí estarían violentando, por enésima vez, una constitución que fue aprobada, como gusta enfatizarse en los medios oficiales, por la mayoría de los ciudadanas y ciudadanos, y en la que el derecho a la manifestación pacífica está refrendado”, dijo.

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Pese a que existe la posibilidad de ser apresada por este nuevo acto de rebeldía, la académica se mostró serena pues sus hijas ya son adultas y “sabrán cuidarse”. Además, señaló que el encarcelamiento injusto puede ser aleccionador, pues servirá para llamar la atención mundial sobre las violaciones a los derechos humanos que se cometen en Cuba.

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Si, por el contrario, la regulación fuese retirada, habrá “ejercido una especie de pedagogía social al demostrar que el camino es luchar por cada derecho, de manera pacífica y legal, pero decidida”.

Al finalizar sus líneas, Alina Bárbara dio cuenta de una citación recibida en su casa para una “entrevista” en la sede de la Policía Nacional Revolucionara (PNR) de Matanzas. Como en otras ocasiones, la ensayista se negó a firmar la cédula y, por tanto, a comparecer al citatorio.

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“Le pedí que le transmitiera a su jefe que la única frase que estoy dispuesta a escuchar es: ‘Ya no está usted regulada’, y que mañana estaría manifestándome en el Parque del eufemístico nombre”, finalizó.

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Los constantes ataques contra Alina Bárbara López Hernández dan cuenta del temor que el régimen tiene a los académicos e intelectuales que disienten dentro de la Isla. La prohibición de salida que pesa sobre su persona es el colofón de un largo historial de citatorios ilegales, detenciones arbitrarias, además de violencia física y psicológica que se ha ejercido contra la académica y los miembros de su familia, en un intento por silenciar sus ideas libertarias para Cuba.

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El Observatorio de Libertad Académica se solidariza con la profesora Alina Bárbara, a la vez que respalda su acción al reconocer el derecho que tiene a la libertad de movimiento. A su vez, manifiesta su voluntad de velar por el normal desarrollo de su acción cívica, denunciando cualquier arbitrariedad orquestada por las fuerzas represoras del régimen.

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