Noel Medina Hernández
Noel Medina Hernández es graduado de Ingeniería Industrial en la Universidad Tecnológica de La Habana “José Antonio Echeverría Cujae”. Desde su etapa de estudiante, se vinculó a la docencia como alumno ayudante de las asignaturas de Cálculo, las cuales convalidó, desde primer año, mediante pruebas de suficiencia. Al graduarse, en 2005 se incorporó como profesor a la Universidad de Ciencias Informáticas (UCI), creada hacía pocos años por Fidel Castro. La universidad era atendida directamente por el Consejo de Estado, que en esos momentos, se exhibía como la joya de la corona del sistema de educación superior cubano.
Allí impartió, fundamentalmente, las asignaturas de cálculo y algunas otras materias relacionadas con su formación como ingeniero industrial. Fue nombrado jefe de asignatura en el año 2006. En 2007, lo enviaron como profesor y jefe de asignatura de Matemática a una facultad regional inaugurada en la provincia de Artemisa. En 2009, fue designado como subdirector del Centro de Desarrollo de Software, que su universidad abrió en la provincia de Holguín. También cumplió misión internacionalista durante un año, como profesor, en Venezuela. A su regreso, fue nombrado jefe de asignatura de Contabilidad en la facultad de Artemisa, y luego, se reincorporó a la sede central de la UCI. En una ocasión fue seleccionado como mejor profesor menor de 30 años de su Facultad, lo cual, avala, junto a las anteriores tareas y designaciones, que se trata de un profesional con buenos resultados docentes.
En marzo de 2013 falleció el presidente venezolano Hugo Chávez, quien mantenía una relación muy cercana con el Gobierno cubano. Por este acontecimiento, Cuba decretó un duelo nacional y abrió libros de condolencias en centros de estudio y trabajo que debían ser firmados por la mayoría de los cubanos. Por esta fecha, Noel se encontraba trabajando en su computadora y un compañero de trabajo le escribió por Jabber (chat interno que emplean en la UCI) para saber si estaría en ese lugar más tarde. Él respondió que no sabía, pues tenía que ir a firmar el libro de condolencias. Su compañero le preguntó ¿hay que firmar un libro de condolencias porque se murió Chávez? A lo que él respondió: sí, ni que nos fuera a mandar petróleo del cielo. Allí terminó la conversación. Luego, firmó el libro de condolencias como el resto de sus compañeros.
Como se indicó, este intercambio se produjo a través de una aplicación de mensajería supuestamente privada, en una comunicación cerrada entre dos personas. Es importante señalar que en la UCI bloquearon el acceso y prohibieron el uso de correos internacionales como Yahoo y Gmail. Solo se podían emplear los correos de la propia institución. Según declara Noel, estos son revisados por los administrativos, quienes filtran palabras claves para detectar cualquier conversación y comportamiento que les resulte políticamente incorrecto o contrario a sus intereses. Una semana después de la conversación, Noel recibió una citación, en la cual, fue acusado de problemas político-ideológicos, y, posteriormente, expulsado del centro. El profesor en la actualidad no tiene en su poder el documento de expulsión, pero recuerda que contenía las pautas que había violado junto con la frase pronunciada y que hacía hincapié en el entendido de que la universidad es para los revolucionarios.
La persona que encabezó el proceso fue la Decana de la Facultad VII, de nombre Idelsis, y también participaron los dirigentes del Partido y el Sindicato de esa facultad. Noel refiere que, aunque la decana nunca se lo expresó, él sentía que no estaba cómoda con lo que hacía, pero que era lo que le correspondía en su posición, de lo contrario, podía resultar afectada ella misma. En esa época, la rectora de la UCI era la Dra. Miriam Nicado (actual rectora de la Universidad de La Habana y miembro del Consejo de Estado), a su vez, oficiaba como Ministro de Educación Superior, el Dr. Rodolfo Alarcón Ortiz. Noel apeló al Consejo de Trabajo de su universidad (órgano designado en primera instancia para la solución de los conflictos laborales, según el Código de Trabajo de 1984, vigente hasta 2014), pero fue ratificada la medida propuesta. Según recuerda Noel, adujeron que no podía permanecer como profesor porque no cumplía con los requisitos ideales que se exigían en esa Universidad, no se tuvo en cuenta la calidad de su trabajo. “Cuando dejas de pensar como ellos no les importa lo que hiciste antes. Nada de eso lo tienen en cuenta, la disposición que mostré antes para asumir de manera voluntaria otras tareas docentes que incluso implicaban trasladarse a provincias distantes de mi lugar de residencia”, comenta el profesor.
No conforme con este dictamen y apoyándose en lo establecido en el Código de Trabajo vigente, elevó su reclamación al Tribunal Municipal Popular, donde tampoco ganó el caso. Noel no tiene en su poder el documento de la sentencia (lo dejó en Cuba), pero recuerda que los argumentos fueron los mismos: que no cumplía con los requisitos para ser profesor universitario porque si él pensaba de esa manera, ¿qué le podía enseñar a sus estudiantes? Noel se desempeñaba como profesor de Cálculo, pero aun así, la parte ideológica es más importante en la concepción existente en Cuba sobre el rol de maestro y la libertad académica. La expulsión de Noel Medina constituye una violación de la libertad académica y del Derecho a la libertad de pensamiento, conciencia y religión. Su expulsión, además, vulneró la propia Constitución cubana de 1976 (artículo 57), que declaraba inviolable las comunicaciones personales.