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Un refugiado político ante la estrategia diplomática de Cuba en Serbia

Entrevista al abogado Fernando Almeyda por el Observatorio de Libertad Académica (OLA)

Fernando Almeyda Rodríguez (1992) es un abogado y activista cubano que desde su etapa como estudiante universitario discrepó del régimen de La Habana. Participante de la manifestación protagonizada por artistas e intelectuales frente al Ministerio de Cultura en la noche del 27 de noviembre de 2020, también de las protestas populares del 11 de julio de 2021 y miembro del equipo de coordinación del proyecto Archipiélago, ha destacado como integrante de la nueva generación de la sociedad civil en la isla. La persecución de la policía política lo hizo escapar a Serbia donde le ha sido concedido el estatus de refugiado político. Desde este nuevo escenario, a la par de sus labores como abogado de DDHH, desarrolla una intensa labor comunicacional para incidir en el conocimiento de la realidad de Cuba.

La presente entrevista aborda la participación de Almeyda en uno de los foros que, recurrentemente, ocupan representantes del Gobierno cubano en el espacio académico de la Universidad de Belgrado. Para el Observatorio de Libertad Académica este material y evento son ilustrativos del papel que desempeña la academia como vía de acceso de los servicios de inteligencia cubanos al escenario político internacional. Resulta de particular interés la operatividad en áreas proclives al Klenlim, donde académicos locales, polémicos por su arraigo a las antiguas autocracias socialistas del Europa del Este, sirven de puente a los agentes de la dictadura caribeña.

 

La ausencia repentina del conferencista cubano, el abordaje superficial y tendencioso del experto sustituto y del anfitrión, así como el manejo que Almeyda logró hacer de las circunstancias, pueden ofrecer un panorama revelador para los interesados en el tema de la diplomacia académica cubana. Los invitamos a leer esta entrevista, la primera de esta sección del OLA.

La Universidad de Belgrado y su facultad de Derecho son instituciones académicas de larga data.

 ¿Tratándose de la universidad pública más grande de Serbia qué nivel de influencia social le atribuyes?

Luego de la convulsa disolución de Yugoslavia, Serbia, pese a todo, continúa siendo un país de peso e influencia en la región. Constituye uno de los Estados más estables en cuanto a la política y la economía de la región de los Balcanes (por más paradójico que parezca). Eso se extiende también a que es un lugar usual de migración para estudios y/o trabajo para ciudadanos de otros países, como Bosnia y Herzegovina, Montenegro, Macedonia del Norte, entre otros. La existencia de dialectos semejantes y una cultura regional común, sumado al hecho de una tradición intelectual relevante, hacen de Serbia un punto importante de encuentro.

Ahora, Serbia no es ya el centro intelectual que solía ser y, aunque en comparación a otras regiones de los Balcanes tenga una tradición cultural, lo cierto es que el ciudadano medio serbio es ajeno a la academia y a la cultura, su estilo de vida es más pedestre. Por demás, luego de la disolución de Yugoslavia, los asuntos de la ciudadanía y el punto de conflicto está entre si mirar hacia la historia, mirar hacia Rusia o Europa.

Tras la masiva manifestación del 5 de octubre del 2000 que derroca al dictador Milošević, en Serbia no se dio una transición total. De hecho, a pesar de que se haya creado el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia, y de que se hayan juzgado muchos de los crímenes cometidos por el ejército de Yugoslavia en nombre de los serbios, muchos otros asuntos quedaron sin una resolución aceptable a las partes. La ausencia de una asunción de esos procesos de una forma autónoma ha condenado la existencia de un relato consistente de los hechos, pero no solo eso, sino que ha propiciado la supervivencia de la clase política y académica que estuvo activa y perteneció al Partido de Milošević.

En este sentido, el 5 de octubre ni siquiera se enseña en las escuelas. La academia, penetrada y comprometida directamente con el partido político que lleva más de 11 años en el poder, mantiene un silencio cómplice y su inclinación es hacia guardar silencio frente a la transición y los crímenes serbios durante las guerras yugoslavas. Eso implica también, a la par de la academia de Cuba, un sectarismo muy marcado y conveniente. La idea antes planteada hace que la academia tenga una limitada legitimidad, se puede decir que es una academia cuyo claustro opera dentro del círculo de las relaciones internacionales de la academia rusa.

¿Cómo te enteras de la celebración del evento Las relaciones internacionales desde la perspectiva de los países pequeños, como Cuba y Serbia?

Como la academia y la cultura son cuestiones que se mueven en círculos pequeños, pues muchas veces uno no tiene conocimiento de lo que ocurre en ese espacio, aunque sean eventos abiertos, y en mi caso personal el no tener un nivel de serbio avanzado me hace no ser capaz de estar tan al pendiente de todo. Pero me fue compartido un link del Instagram de la facultad de Derecho por una amiga serbia que lo vio y me avisó del evento.

No obstante, he de decir que tanto por contactos de Serbia como por contactos de Cuba ya tenía conocimiento sobre la existencia de una intención de fortalecimiento y acercamiento entre las academias serbia y cubana. Ya incluso fue firmado un acuerdo de cooperación, y otros eventos aún más turbios han tenido lugar.

En la cuenta de Facebook de la facultad de Derecho de la Universidad de Belgrado se anuncia la conferencia con solo dos días de antelación. ¿Es normal ese margen temporal o crees que se trató de un imprevisto?

En Serbia no es sorprendente que se celebren eventos con cierta rapidez. Sin embargo, tal vez fuera una estrategia. En cierto sentido, al Gobierno serbio y a la academia no les conviene llamar demasiado la atención de la prensa y los elementos más críticos de la sociedad civil serbia, así como tampoco de la sociedad internacional respecto a estos coqueteos con países como Cuba, Rusia e Irán.

 

¿Existe un interés particular en la academia Serbia por el tema Cuba?

La respuesta está en las preguntas anteriores, pero esto se trata de una triangulación... este acercamiento tiene dos partes y están facilitados por los elementos de inteligencia infiltrados en las academias serbia, cubana y rusa. Esto tiene precedentes en la visita de Diaz-Canel a Serbia; el régimen cubano busca aliados y no aislarse, mientras que los elementos más conservadores y radicales de derecha en el Gobierno de Serbia, buscan un contrapeso internacional a la Unión Europea.

Esto incluye elementos supervivientes del Partido de Milošević en la academia serbia como Branko Rakić, a quien podrán ver en el intercambio de la delegación de la facultad de Derecho de Belgrado con la facultad de Derecho de La Habana. En el caso especial de Branko, su biografía, pertenencia y fidelidad a la administración del dictador Milošević dice bastante.

El conferencista anunciado era Juan Sánchez Monroe, antiguo embajador cubano en Serbia y hoy profesor del ISRI. ¿Qué sabes de él? ¿Realmente es un académico?

Debo decir que conozco de buena tinta que la preparación que reciben los estudiantes de relaciones internacionales del Instituto de Relaciones Internacionales Raúl Roa es muy buena en temas no solo de política internacional, sino en técnicas de argumentación y estrategias diplomáticas internacionales. Son además la cara internacional del Departamento Ideológico del Partido Comunista de Cuba (PCC) y actúan en colaboración directa con la Dirección General de Inteligencia (DGI) y la Contra Inteligencia Militar (CIM). Constituyen parte del aparato de penetración ideológica del Partido Comunista de Cuba, pero además de la penetración cultural y académica, por lo cual no es extraño que los formados del ISRI realicen funciones diplomáticas, ideológicas, culturales y "académicas", a veces todas a la vez.

La academia no es como la intelectualidad, en un mundo que se vuelve cada vez más superficial un título académico ya no es sinónimo de conocimiento o compromiso con la verdad, es un título nobiliario que te da acceso a círculos cada vez más endógenos pero que, en el imaginario social, tienen un reconocimiento automático y acceso a otros círculos. En otras palabras, gozan de legitimidad... puede que no resistan un debate con los mínimos argumentos ante una persona culta, pero igual reciben becas, viajes, hoteles, contactos, privilegios, y si esos académicos usan sus títulos al servicio cómplice de algún poder o hegemonía, pues son apologistas. El Estado cubano logró sobrevivir y ampliar su red de influencias internacionales luego del colapso de la URSS gracias a esto.

Además, como la política internacional de Cuba es indefinida y camaleónica, en cada foro dicen lo que conviene y saben ajustarse a los intereses de quien les da aforo siempre y cuando tolere y justifique el estado de cosas de Cuba. Este es el caso de este "profesor" del ISRI.

¿Qué expuso el conferencista? Bueno, parece que no pudo llegar.

Pues resulta que no pudo exponer, según se dio a entender sufrió una emergencia médica y debió de ser trasladado al hospital.

¿Cómo transcurrió el evento?

Pues el evento parecía una clase sobre Geografía, muy poco de político tuvo. Claro, para mí era bastante poco interesante porque estaban hablando grosso modo de mi región de origen. Supongo que era interesante en algo para los estudiantes de Derecho. La conferencia fue completamente en serbio por lo que puse toda mi atención en ver si decían algo desafortunado sobre Cuba, que me diera pie a intervenir o por lo que valiera la pena intervenir. Primeramente, vi que el orador, diplomático serbio destacado en México, se detuvo rápidamente en Venezuela, y mencionó que "en su visita" había visto un "clima normal", así que no esperé menos cuando rápidamente pasó por Cuba...

Mencionó que se trataba de un país pobre (en general el rasgo que más mencionó de Latinoamérica fue su contexto general de pobreza) y que además está bajo sanciones, lo cual hace difícil su subsistencia y que de ahí todos sus problemas. Un estudiante intervino entre las preguntas y puso en entredicho que esa fuera la justificación para todos sus problemas. ¡En eso llegó mi pie forzado!

El conferencista argumentó que si bien entiende que sería positivo y bienvenido que Cuba "cambiara" y dejara atrás el socialismo, dicho caso sería difícil y lo han evitado porque son un país pobre por causa de las sanciones norteamericanas; en ese punto intervino el Dr. Branko Rakić, quien estaba presente y sospecho es la mente maestra detrás de todo, para argumentar que una transición al capitalismo sería terrible para el pueblo de Cuba.

¿Pudiste intervenir? Cuéntanos al respecto.

Yo me encontraba discretamente detrás y había ido con un blazer y debajo un pulóver que constituye el símbolo de los exiliados y disidentes cubanos en Serbia.  Se trata de un diseño de Luis Manuel sobre la prisión política, que el artista también exiliado en Serbia Remy Ramsés ha popularizado. La prenda de vestir dice en serbio "En Cuba hay presos políticos". Al concederme la palabra me puse de pie y me presenté. Como he sido entrevistado en más de una ocasión y he asistido en calidad de invitado a la Universidad para hablar sobre el proceso de asilo en Serbia, desde mi visión de abogado de DDHH y Refugiado al mismo tiempo, estoy seguro de que algunos asistentes me conocían.

La sola presentación de: “soy cubano y se me concedió asilo político en Serbia", fue de por sí un contraargumento contundente a aquel relato de la buena y noble Cuba. El ponente -muy inteligentemente de su parte- me saludó en español y me ofreció que le hiciera mi comentario en español, lo cual obviamente decliné porque mi mensaje era para el auditorio; así que con mi nivel de serbio me enfoqué en exponer que las razones de que Cuba estuviera en una mala situación no era por causa del embargo, que no iba a negar que podría tener algún impacto, pero que las causas reales no eran externas sino internas, y que era la negativa del Estado cubano a reconocer a su sociedad civil la que cerraba las opciones de Cuba, y que no había justificación para más de 1000 presos políticos y que, incluso, podría usarse hasta el término "presos sociales". Le precisé que la mayoría eran padres, madres e hijos que simplemente no estaban de acuerdo en tener que vivir sin electricidad, sin comida, sin agua potable y sin libertad de expresión.

A su vez, señalé que el responsable de la violencia, la represión y de la ausencia total de democracia y de cambios positivos en Cuba era el Gobierno; quien tras las manifestaciones masivas de 2021 había influido en el éxodo histórico de más de medio millón de cubanos. Agregué que nosotros, los que éramos personas críticas y opuestas al Gobierno, no éramos unos energúmenos opuestos a todo razonamiento. Entendemos que cada historia tiene siempre dos partes, pero que una cosa no justificaba otra y que, si bien los crímenes y complejidades cometidas por Yugoslavia durante los 90` no justificaban el bombardeo de Estados Unidos sobre Belgrado, ni la extirpación del territorio de Kósovo de los serbios, tampoco había justificación para lo que sucedía en Cuba, que no hay justificación para la injusticia ni las violaciones de derechos humanos.

Finalmente, acoté al Dr. Branko que, en realidad, Cuba sí estaba haciendo una transición y dejando atrás el socialismo. Para empezar, existía ya la empresa privada y los mayores consorcios económicos eran controlados por los militares, y que es precisamente esta transición hecha a base de dolarización y de represión que solo da participación a determinadas élites del Partido la que tiene al pueblo cubano sumido en la miseria y al país en ruinas.

Curiosamente, al terminar mi breve exposición, el auditorio de estudiantes presente me dio un fuerte aplauso, y me hicieron gestos de solidaridad apoyando mi discurso, además de complementar con otras preguntas y comentarios a los profesores.

Recuerdo que Branko, quien me dio la impresión de haber quedado muy molesto por mi intervención, me contra argumentó que Cuba había aprobado un Código de las Familias progresista para la comunidad LGBT, incluso más progresista que Serbia, donde no aceptaban estos avances, y me preguntó -desafiante- "¿qué tenía que decir sobre eso?". Y yo, que conozco que tanto en el arte del debate como en el Ajedrez existe una táctica defensiva que se llama "desviación", que pretende llevar la atención del oponente a un punto menos vital y ganar tiempo... simplemente le dije, con mi rudimentario serbio, que los activistas de la comunidad LGBT siempre habían sido de los primeros en denunciar las violaciones de DDHH en Cuba y luchar por sus derechos. Que al menos, desde mi perspectiva personal y desde el punto de vista de la minoría LGBT, me parecía que "sí, se podría decir que hubo un avance, pero una parte no es el todo, que se haya solucionado un problema de una minoría no significa que los problemas de las mayorías hayan sido resueltos y, por ende, una cosa no quita la otra. El asunto LGBT, muy bien, se reconoce lo que está bien, el resto una gran catástrofe".

Tras este breve cierre se vio visiblemente molesto, tal vez fueran impresiones mías.

¿Qué papel jugó la Universidad?

Pues la Universidad, más que como facilitadora del espacio, no creo que haya tenido gran papel. Serbia no es un Estado totalitario, sino que funciona por influencias... alguien dentro de la administración de la facultad de Derecho y de la facultad de Ciencias Políticas da el visto bueno, y el resto es un espacio neutral.

¿Cuáles son tus conclusiones?

Mis conclusiones sobre este encuentro y todo lo que he visto alrededor, son que Cuba mantiene fuertes intentos de penetración en Serbia y ya lo ha logrado en la academia. Sin embargo, le es difícil avanzar, los estudiantes serbios y una parte de la academia e intelectualidad serbia no se traga el cuento. Cuba tiene poco que aportar desde el punto de vista académico o filosófico, mucho menos político, porque si hablamos de peso en el bloque antioccidental, antes está Rusia, que tiene más presencia e importancia regional para Serbia, también México.

Por alguna razón, los involucrados en estos intercambios como que no quieren llamar la atención. Solo decir que el día 22 hubo un intercambio con nada más y nada menos que Fernando González, el exespía cubano, y prácticamente nadie se enteró, podría haber sido cualquiera. Pareciera que avanzan con cautela o miedo, pues existen factores opuestos al Gobierno y elementos nacionalistas que para nada comulgan con la nostalgia por el socialismo yugoslavo. De Cuba lo que gusta es su cultura y sus playas, no la política.

Llevan años tratando de penetrar, uno de sus centros culturales es la cafetería Buena Vista, quienes son colaboradores de la Embajada de Cuba y de la Seguridad, pero su avance entre la sociedad civil serbia es bajo, puesto que en todo caso la atención de Serbia se divide por un lado ante el problema de Kosovo y como enfrentar el asunto, y por el otro la integración europea o no integración europea. El régimen no tiene capacidad intelectual para infiltrar las filas de la academia serbia y calar, al menos no ahora y estamos a tiempo. La lengua serbia también es una barrera sustancial, solo la presencia de figuras claves es la que facilita esta entrada, y Rusia. Mientras avance la rusificación de Cuba, avanzarán los intentos de puentear con Serbia y los Balcanes. Sin embargo, eso significa que se pone en aún más peligro Cuba y su acuerdo de cooperación con la UE.

Si intervenimos como académicos e intelectuales ahora, no solo podríamos hacerle mella al régimen en Serbia, sino que podríamos conquistar un espacio dentro de Serbia que ha sido un país tradicionalmente alineado en su política internacional con Cuba y cuya sociedad civil apoya la imagen falsa de Cuba a falta de otra clarificación. El último éxodo y la presencia de personas como el artista Remy Hernández, el tatuador y artista Fidel Ernesto de la Iglesia Reina, el artista plástico Luis Enrique Rivero Leyva, el miembro de la UNPACU Omar Torres, y otras personas de la sociedad civil cubana entre las que humildemente me cuento, han hecho impacto en la visión sobre Cuba. Es a este testimonio vivo lo que puede que el régimen tema, pues como siempre les digo a mis amigos, Serbia no es Cuba... no son impunes aquí.

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