Dalila Rodríguez González
Dalila Rodríguez González se tituló en 2006 de la Licenciatura en Letras en la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas (UCLV). Al graduarse fue ubicada como profesora en la Facultad de Humanidades de esa institución. En 2013 defendió su tesis de maestría en Estudios lingüístico-editoriales hispánicos en la propia UCLV, y más adelante se incorporó al doctorado en Ciencias Pedagógicas, el cual no pudo concluir como resultado de múltiples episodios de persecución y vulneración de sus derechos como académica.
Aunque Dalila no pertenecía a ningún grupo opositor, la Seguridad del Estado cubana la convirtió en sujeto de atención, por ser la hija de Leonardo Rodríguez Alonso, coordinador del Instituto Patmos, organización de la sociedad civil cubana que aboga por los derechos religiosos en la isla. Desde el 2015, la Seguridad del Estado la comenzó a acosar dentro de la propia UCLV por este motivo. En una ocasión, mientras impartía docencia en la Facultad de Humanidades, fue citada verbalmente por el agente de la Seguridad del Estado encargado de la vigilancia y la represión en la UCLV para que se presentara, ese mismo día, en su oficina. Fue interrogada durante una hora con el objetivo de que colaborara con la Seguridad del Estado y le brindara información sobre las actividades realizadas por su padre, las personas que visitaban su casa y las conversaciones que allí escuchaba.
Ante su negativa, el resto de la entrevista estuvo dedicada a indagar sobre su relación con el activista y pastor evangélico Mario Félix Lleonart Barroso. El interrogador le dio a entender que su permanencia en la universidad podía verse afectada debido a su formación familiar y a que en su trayectoria laboral y estudiantil se apreciaba ausencia de compromiso con el sistema político cubano.
Meses después, algunos compañeros de trabajo le informaron que su jefe de departamento, Guillermo Rodríguez, le había realizado encuestas a estudiantes y profesores, con el objetivo de encontrar deficiencias en su trabajo docente. Esta negativa de la profesora a participar en la vigilancia y la inculpación de su propia familia, significó el inicio de todas las presiones, amenazas y estratagemas que conducirían a su expulsión de la UCLV, dos años después.
En 2016, nuevamente fue citada verbalmente en su centro de trabajo por el agente de la Seguridad del Estado encargado de reprimir y hacer control político en la UCLV. Ante su negativa, unas semanas después se presentó en su vivienda el agente de la policía política Yoandy Riverón, alias “Cristian”, con una citación oficial para que se presentara el 1 de agosto de 2016, a las 11 a.m., en la Tercera Unidad de la Policía Nacional Revolucionaria en Santa Clara. De no comparecer, sería sancionada por incurrir en el delito de desobediencia.
El día señalado fue interrogada durante una hora y 20 minutos por el agente Riverón, quien cuestionó su relación de amistad con el pastor Lleonart y le solicitó que entregara una lista de las personas con las que se comunicaba por correo electrónico. El represor pretendía indicarle a la profesora Rodríguez con quienes podía comunicarse y con quienes no. Dalila no permitió que la Seguridad del Estado pautara sus relaciones personales y les dijo que ya ellos monitoreaban clandestinamente su correspondencia electrónica, lo cual fue negado e irrespetado por el agente con una sonrisa burlona.